Potenciales e inversiones públicas por región: el caso Apurímac
27/10/2019
Apurímac, región andina del sur, uno de los territorios más accidentados del país; es la quinta menos extensa, con tan solo 20,896 Km2 tiene una población de 449,365 (21.5 Habs/km2), en su mayoría rurales y quechua hablantes, con actividades económicas vinculadas a la agricultura, servicios y minería.
De acuerdo al INEI, es la región con mayor aporte al PBI nacional, debido básicamente a la producción minera con un 62.7% de su PBI Regional (cobre de las Bambas, oro y plata de Anabi), la construcción (8%) y actividad agropecuaria (6.3%). Apurimac con 10.4%, es la primera de las 12 regiones que concentran el 77.8% del PBI nacional.
Con una inversión pública en los tres niveles de gobierno de poco más de S/ 1,000 millones anuales (2.2% del presupuesto peruano), está entre los 8 departamentos que reciben el tercio promedio del presupuesto del país.
Apurímac y sus principales potenciales
Luego de la minería destaca la actividad agropecuaria (49% de la población – PEA), con cultivos como: papa, granos andinos, menestras, maíz amiláceo, mashua, cebada, anís, aguaymanto, caña de azúcar, palta Haas, kiwicha y café. Es la primera región productora de papa, con aprox 70,000 toneladas anuales y la tercera en menestras. No obstante, su potencial, aún se mantiene muy poco tecnificada, con bajos rendimientos y poco apoyo de infraestructura vial para que la producción acceda a mayores mercados.
De acuerdo al Plan Regional Exportador (PERX), son considerados los principales productos con potencial exportador: i) la kiwicha, papa nativa (orgánica), quinua y derivados; ii) palta, tara y anís; y iii) fibra de alpaca (hilados/top de fibra de alpaca, textiles y confecciones). La quinua es uno de los productos con mayor potencial por sus propiedades nutricionales reconocidas globalmente.
Con respecto al comercio, destacan Andahuaylas y Abancay, principales focos gravitantes del desarrollo regional, donde se comercializan los productos agrícolas, textiles y farmacéuticos de la región, y abastecen principalmente a Lima (lana, fibra, granos y otros productos agrícolas), Cusco y Ayacucho (lana, fibra y granos). Las ofertas de productos exportables de la región tienen destino en China (cobre), Estados Unidos (minería, menestras y artesanías), Canadá (plata y cobre), Brasil (plata y madera) y Japón (maíz gigante).
La minería es la actividad más importante desde los últimos 3 años (por la entrada en operación de las Bambas), representa el 62.7% del PBI apurimense y el 6.73% del Perú. Destaca su potencial minero en cobre (Las Bambas, Southern Copper Corporation y Panoro Apurímac) y hierro (Apurimac Ferrum). En energía destaca la hidroeléctrica de Abancay (río Pachachaca), y la hidroeléctrica de Pomacocha (río Pampas).
En turismo y servicios, cuenta con hoteles y jardines o recreos (restaurantes de comida típica y centros de diversión), que complementan las visitas a destinos aún muy poco difundidos a nivel local e internacional, como: i) Andahuaylas «La Pradera de los Celajes», con su laguna de Pacucha y Hualalachi (agua termal); ii) Antabamba con las cavernas funerarias preincas de Huaquirca y los baños medicinales en Qoñepuquio y Cconoc.; iii) Sóndor yacimiento arqueológico escenográfico que mira de frente al nevado Ausangate; iv) El cañón del río Apurímac, con 4,691 metros de profundidad (mayor en más de 1,000 de profundidad al Cañón del Colorado-USA, Colca y Cotahuasi en AQP Perú), coronado por el nevado del Ampay, que tiene a sus pies a la ciudad de Abancay (con sus casas blancas de tejados rojos) y el bosque de Intimpas, considerado por el INC como santuario geográfico; v) la fiesta de Circa el 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción patrona del distrito; vi) Santuario de Nuestra Señora de Cocharcas en Chincheros, cuyo culto entre agosto y setiembre, se remonta a la llegada de los españoles, sincretismo de una deidad prehispánica; y vii) la degustación de hidromieles en Andahuaylas y aguardiente de caña en Abancay.
Apurímac y la priorización de inversiones
Según cifras del MEF con respecto a las ejecutoras, la región mantiene el 62.5% de la inversión, seguida por la Sede Chanka (13.7%), Pro Desarrollo Apurimac (7.5%), Sub región Chinchero (4.5%) y Sub región Cotabamba (3.9%), concentrando entre todas ellas el 91.8%. Con el 50% de avance al 27 de octubre, es una de las 8 regiones con mayor ejecución a nivel nacional.
A detalle la inversión del GORE se dedica a: educación (44.1%), salud (23.6%), prevención de desastres (14%), agrario (4.5%) y fortalecimiento institucional (4.0%), concentrando en estos el 90%.
De felicitar el interés de inversión en agricultura y prevención, con casi S/60 millones de todas las ejecutoras; asimismo, también de felicitar la priorización de la inversión en temas sociales, productivos, de industrias culturales y turismo (3% del presupuesto); criticable la poca priorización en acuicultura, complemento nutricional y de la actividad agropecuaria en zonas altas y lagunas, que con la reciente presencia minera es un buen sector de desarrollo en la región.
Apurímac y nuestra propuesta país
1. Recomendamos seguir encaminados en las metas señaladas en el Plan Regional Exportador (PERX) Apurimac, e incluso potenciar el modelo que persigue la inversión privada en acuicultura, que constituye hoy el modelo alimentario del futuro, y que sin duda alguna contribuirá con la nutrición y desarrollo de la región. Como hemos visto, ya se cuenta con una inversión menor, una punta de lanza que debe demostrar la importancia de este tipo de inversiones.
2. Existen en el portal de Proinversión 44 proyectos de vías secundarias, riego tecnificado, agua y saneamiento y prevención de desastres, priorizados bajo la metodología de facilitación de inversiones por Obras Por Impuesto (OxI), que podría ser utilizada por parte de las empresas mineras de la región para adelantar la inversión pública y beneficios de sus habitantes.
3. Se debe fortalecer y/o propiciar la inversión pública y privada en turismo histórico y ecológico, promocionando mejor las rutas ecoturísticas y culturales, con el acompañamiento de los sectores turismo y cultura, que son posibles con el PROCOMPITE, mayor voluntad política. (ver El camino largo y el camino corto).