22/08/2019

Por Margarita Díaz

El Informe Global de Brechas de Género elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF) [1] busca dar cuenta de las desigualdades existentes entre mujeres y hombres respecto de áreas claves, determinando a partir de indicadores el ranking e índice de igualdad de género respectivamente.

Las áreas claves consideradas para la elaboración del informe son:

1) Participación Económica y Oportunidades: Participación en la fuerza laboral, igualdad salarial, ingresos económicos, puestos directivos y de toma de decisión, trabajadores/as profesionales y técnicos.

2) Logros educativos: Niveles de alfabetización, matrícula en nivel primario, secundario y educación superior.

3) Salud y Supervivencia: Sexo de nacimiento y esperanza de vida.

4) Empoderamiento político: mujeres en el parlamento, ministras, número de años con mujeres cabeza de gobierno.

El Informe Global de Brechas de Género 2018 sitúa al Perú en el puesto 52 de un total de 149 países, asignándole un índice de igualdad de género de 0.720, en el que el número 1 representa la igualdad.

Estos resultados nos permiten hacernos algunas preguntas relacionadas a cómo hacer para mejorar nuestra posición en el tablero internacional y mejorar nuestro índice de igualdad, preguntas enlazadas además en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030, con énfasis en el quinto objetivo relacionado a la igualdad de género.

Para intentar responder estas inquietudes, es importante recordar que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es el rector en las políticas de igualdad de género, y que éstas se condicen con la Política N° 11 del Acuerdo Nacional que establece “el compromiso del Estado peruano de combatir toda forma de discriminación, fortalecer la participación de las mujeres como actoras sociales y políticas, y darles acceso equitativo a recursos productivos y empleo”.

«Avanzar hacia la igualdad de género implica modificaciones estructurales de las relaciones entre mujeres y hombres y del acceso a derechos y recursos».

Así también, el primer Eje del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional o Plan Bicentenario “El Perú hacia el 2021”, señala como objetivo nacional “la plena vigencia de los derechos fundamentales y la dignidad de las personas”, mientras que la Directiva para la Actualización del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (Resolución N° 026-2017/CEPLAN/PCD), proyecta una pre imagen del Perú al 2030 que visualiza la sociedad peruana como pacífica, justa, inclusiva, libre de temor y de las violencias, sin corrupción ni discriminación y con igualdad de oportunidades. También la Política General de Gobierno al 2021 tiene como uno de sus lineamientos específicos “promover la igualdad y no discriminación entre hombres y mujeres, así como garantizar la protección de la niñez, la adolescencia y las mujeres frente a todo tipo de violencia”.

Ahora bien, avanzar hacia la igualdad de género implica modificaciones estructurales de las relaciones entre mujeres y hombres y del acceso a derechos y recursos; se trata de una transformación social profunda para el cierre de brechas; construir un país que garantice a mujeres y hombres una vida libre de violencia y discriminación.

La identificación de barreras que limitan o impiden el ejercicio de derechos de las mujeres es un requisito necesario para iniciar el proceso de reflexión profunda que permita dar el salto cualitativo y cuantitativo hacia políticas coherentes que propongan la transformación de desigualdades estructurales.

Es deseable que la visión de futuro del Estado como tal, unitario e indivisible, contemple la transversalización del enfoque de género en sus instrumentos de gestión y planificación en sus tres niveles de gobierno y distintos sectores, identificando las acciones estratégicas necesarias para lograr los cambios propuestos, y mitigando el recurrente error de considerar que existen actividades de la vida política, económica o social “neutras” a las que no se les aplicaría el análisis de género.

Para conseguir cambios profundos debemos recordar que el cierre de brechas solo será posible en tanto se operativice el enfoque de género de modo transversal, el camino es largo y tal vez difícil, pero bien vale el esfuerzo para fortalecer la democracia y el Estado de Derecho.

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[1] El WEF es la Organización Internacional para la Cooperación Público Privada https://www.weforum.org/about/world-economic-forum