PROCOMPITE FORESTAL, una alternativa productiva de éxito

Por Miguel Dávila

El 17 de mayo, MINAGRI lanzó el PROCOMPITE AGRARIO, una apuesta para recuperar su participación en el uso de dicha herramienta. De los más de 3,400 Planes de Negocio Procompite ejecutados entre 2011 y 2016, 85% eran siembra, cosecha y transformación de productos agropecuarios; y el restante 15% (ecoturismo, artesanía y truchicultura) eran actividades secundarias del poblador rural andino. Entre 2016 y 2018, período en que el PROCOMPITE fue regido por PRODUCE, sólo se ejecutó alrededor de 200 Planes de Negocio Procompite de transformación productiva, aunque MINAGRI perdió casi 20% de inversión en el sector por efecto del freno agropecuario al PROCOMPITE.

Un equipo de MINAGRI del cual formé parte, conocedor y comprometido con el Sector, impulsó una Disposición Complementaria Final en la Ley de Presupuesto Público 2019 que daba rectoría al MINAGRI sobre esta herramienta. Desde enero de 2019, luego de 2 años, PROCOMPITE vuelve a ser una herramienta para MINAGRI, dando opciones económicas a la agricultura familiar con inversión escasa o nula. En el marco de este relanzamiento, conversé unos minutos con la ministra Fabiola Muñoz, a la que comenté sobre el PROCOMPITE FORESTAL, que incidiera en reforestación, oportunidades económicas, diversificación productiva, y generación de reservorios de agua y reducción de riesgos de huaycos y desbordes en cuencas medias y bajas.

Estas experiencias no son nuevas, lo nuevo es ejecutarlas a través del PROCOMPITE; Fernando Cilloniz desde su gestión en el Gobierno Regional de Ica, propició la más reciente: un trabajo conjunto en las comunidades de Ica, Ayacucho y Huancavelica, son hoy el mejor testimonio que este tipo de intervenciones, no solamente tienen beneficios económicos inmediatos para los pobladores de la zona de influencia, sino para todos los pobladores de la cuenca alta, media y baja; básicamente reduce el flujo desmedido de escorrentía, y por tanto, los peligros de huaycos y desbordes aguas abajo.

La reforestación es un proyecto productivo que en un área eriaza por encima de los 4,000 msnm sin valor económico para las comunidades que la habitan, permite reforestar con éxito, con especies nativas (tara, queñua, quina) o exóticas (pino, eucalipto, otros), y generar más oportunidades económicas basadas en el manejo del propio bosque (cosecha y/o extracción combinada).

La reforestación que MINAGRI puede promover a través de un PROCOMPITE FORESTAL es más que eso: i) entre los meses 1 a 5, la remoción de tierra puede generar embalses en las principales quebradas activas (sí, las que generan huaycos más abajo), los que bajo el nombre de “cochas”, almacenarán agua y la infiltrarán en el suelo; ii) entre los meses 5 a 36; esta agua servirá para regar los plantones de la especie reforestada en campo y en viveros forestales, hasta que sea autosostenible; iii) luego del mes 36, en que la especie introducida se autosustenta con el agua del subsuelo a través de sus raíces y la de la humedad del ambiente por sus ramas y hojas, los reservorios podrán tener usos alterativos. Para el mes 36, el bosque es un activo que la comunidad no tenía, que le brinda ingresos nuevos por la extracción sostenible de madera, además de los bonos de carbono que constituyen el mercado de valores del futuro.

En adición al bosque mismo, este tipo de proyecto propicia lo siguiente: i) luego del mes 5, el manejo de truchas arcoíris, con períodos de producción e ingresos a partir del mes 8 y de forma permanente; ii) cosecha de hongos del bosque a partir del mes 30, con mercados en la región y buenos márgenes de ganancia; iii) fitotoldos y agroforestería, a partir del mes 24 a 36 en adelante, con hortalizas y otros cultivos para el sustento familiar y mercado local; iv) pequeñas granjas de cuyes y aves, a partir del mes 24 a 36, con la finalidad de mejorar la ingesta proteica y reducir los niveles de anemia de la región; y v) ecoturismo, a partir del mes 36 en adelante, para el disfrute del bosque, su flora y fauna silvestre.

El marco legal para existe: i) Plan de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agrario: Periodo 2012-2021 (MINAGRI 2012); ii) Estrategia Nacional sobre Bosques y Cambio Climático (Ministerio del Ambiente de Perú́ 2016); iii) Lineamientos para la Restauración de Ecosistemas Forestales y otros Ecosistemas de Vegetación Silvestre (SERFOR 2018), entre otros dispositivos.

El camino para realizar este es el PROCOMPITE. Sólo falta mayor voluntad para avanzar; el ambiente, el poblador andino y sus familias, la agricultura y todo el país lo agradeceremos.