¿Podemos tolerarnos «los unos a los otros» sin salud y sin justicia?

11/08/2020

Por Karen López Tello

Estamos tan acostumbrados a la precariedad de nuestro sistema de salud que quizás – algunos – intentamos entender, tolerar y otros, hasta justificar las pocas medidas que pueda tomar hoy el gobierno. El Pacto Perú – siempre que se tomen en cuenta algunas condiciones básicas – puede ser una oportunidad de refundar el país de cara al Bicentenario. ¿Cómo? Analicemos primero cómo pacta la burocracia gubernamental.

Básicamente a través de 3 tipos de acuerdos: 1. acuerdos de Estado, 2.  acuerdos de gobierno y 3. acuerdos a nivel subnacional.

Como resultado del primero tenemos el Acuerdo Nacional. Este espacio ofreció hace 18 años los grandes lineamientos generales, la visión de país – aquella que trasciende al presidente de turno, denominadas Políticas de Estado.

Por otra parte, los acuerdos de gobierno serían aquellos que alcanzamos luego de un proceso de diálogo (varias reuniones en la que el Ejecutivo convoca a las fuerzas políticas e intenta ponerse de acuerdo en algunos temas). El último ejemplo de ello fue el Diálogo Nacional, en el gobierno de O. Humala.

Finalmente, los acuerdos subnacionales en donde podemos clasificar en su interior una serie de acuerdos que se pactan con gobernadores, alcaldes, líderes de comunidades, entre otros, con el fin de procurar – por ejemplo – financiamiento para obras públicas, finalizar un conflicto social, etc.

¿Qué lecciones nos vienen dejando estos espacios de diálogo? Que hasta ahora no hemos hecho lo suficiente para garantizar el cumplimiento de sus acuerdos [¿Por qué?] [1]

Condiciones para un real Pacto (por el) Perú

Primero: Medidas específicas y medibles de corto y mediano plazo. En el corto plazo (este año) atender la emergencia de hoy en salud, economía, trabajo (dirigido a qué población, con cuánto presupuesto – y como se garantizará este en el tiempo- y con un periodo de implementación definido). Sentar las bases de compromisos de mediano plazo que revisen los problemas estructurales la sociedad, que hoy nos golpean, así como su marco legal.

Segundo: que el Pacto Perú cuente con un presupuesto definido (que sea aprobado en noviembre de este año para las medidas de corto plazo). Y que este gobierno proyecte– con las fuerzas políticas de este Congreso – un presupuesto destinado para determinadas acciones de mediano plazo.

Tercero: que se garantice su sostenibilidad y compromiso en el tiempo. El reto es que el Pacto Perú no se convierta en un conjunto de acuerdos de un gobierno (el de Vizcarra) que desaparecen con el gobierno del 2021. ¿Qué hacer? Pues – por descarte – nos queda el Foro del Acuerdo Nacional ¿Se convertirá el Pacto Perú en una Política de Estado? El riesgo es que se diluya en el espacio etéreo de las políticas nacionales. ¿Cómo lo evitamos?

¿Exigiendo a la Oficina de Cumplimiento de Gobierno (PCM) que se haga cargo en específico- del Pacto Perú y su cumplimiento? Pero, ¿quién fiscalizaría a esta oficina? ¿La PCM fiscalizándose así misma? En este punto pareciera que la academia y la sociedad civil juegan un rol fundamental ¿Las Escuelas de Gobierno y los centros de investigación podrían resguardar el cumplimiento de objetivos, indicadores y metas del Pacto Perú? El rol – y la responsabilidad de la academia – no debería acabar con la atención a la emergencia.

Otra forma podría ser, ¿acordando que el Pacto Perú sea incorporado en el Foro del Acuerdo Nacional para exigir su cumplimiento en el siguiente gobierno? De ser el caso, podría ser de la siguiente forma:

Cuarto: que tenga un marco legal fortalecido incluyéndose al Pacto Perú como un apartado especial, prioritario y fundamental en la Política General de Gobierno 2021- 2026 [2]. De esta forma, podríamos garantizar que todos los Gabinetes ministeriales del próximo gobierno rindan cuentan de los avances. El Presidente del Consejo de Ministros (de turno) – en sus Discursos de investidura [3]– debería exponer el avance de estos acuerdos.

Quinto: Se requiere transparencia. Sin una real política de gobierno abierto, no nos enteraremos del cumplimiento de los acuerdos del Pacto Perú. Dos Secretarías de la PCM son llamadas a responder: la Secretaría de Gobierno Abierto y la Secretaría de Gestión Pública. Es aquí donde el rol de la academia y la sociedad civil también es clave para validar ese trabajo.

Leía con estupor el domingo [4] mucha prosa de mal gusto, pedirnos tolerancia en medio de la desgracia. La propuesta es ¿aprender a tolerarnos los unos a los otros siendo cómplices silenciosos de todo lo que los gobiernos de turno no cumplen?

¿Es acaso la tolerancia lo único que podemos exigirnos? No. Podemos – y debemos – exigirle al gobierno un pacto concreto, legal, presupuestado, y sostenible. Tolerancia no es lo único que se deba pedir en medio de las desigualdades crecientes. No puede haber tolerancia sin justicia.

[1] 1.Porque el Acuerdo Nacional no tiene una norma que obligue a los funcionarios a aterrizar estos acuerdos. Los grandes lineamientos generales se diluyen en un montón de políticas nacionales, sin presupuesto, pocos planes y cero seguimiento. Revisemos nuestros indicadores. A su vez, el CEPLAN [1] – organismo rector de las políticas públicas en el país – requiere ser fortalecido políticamente y contar con mayor presupuesto para que pueda cumplir con sus funciones.

2. Porque los acuerdos de gobierno han servido de instrumento político de gobiernos de turno para mostrar una aparente tolerancia con diferentes posiciones políticas: reuniones, número de consensos, número de propuestas y ¿el número de resultados? Los procesos de diálogo – y sus acuerdos – acaban con los gobiernos. Lo que podría pasar perfectamente con el Pacto Perú.

3. Porque los acuerdos con las autoridades subnacionales se cumplen muy poco. Usted podrá sentarse en una Mesa de Diálogo- llegar a acuerdos – esta historia ya es muy conocida- pero nada garantiza el cumplimiento de esas Actas. ¿Quizás algo pueda hacer el estallido de un conflicto? Los acuerdos se reinventan con las varias autoridades que pertenecen a un mismo quinquenio.

No deseo sonar fatalista, tan solo mostrar lo que no funciona para proponer que el Pacto Perú no se convierta en lo mismo.

[2] Puede ver la política general del actual gobierno en: https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/decreto-supremo-que-aprueba-la-politica-general-de-gobierno-decreto-supremo-n-056-2018-pcm-1651713-2/

[3] Por ejemplo: Lo que está diciendo hoy Walter Martos ante el Congreso de la República muy pocos peruanos nos acordaremos en 2 días. ¿Por qué? porque es extenso, difuso, sin objetivos, sin indicadores y metas claras. Si tenemos un Pacto Perú con 20 acuerdos que contienen metas que atiendan la emergencia (este año) y las urgencias estructurales (lo que resta de este gobierno y la primera parte del siguiente), con presupuesto (tentativo) y tiempo de implementación definido – algo diferente habremos logrado.

[4] https://elcomercio.pe/politica/gobierno/max-hernandez-aprendamos-a-tolerarnos-acuerdo-nacional-pacto-peru-martin-vizcarra-congreso-coronavirus-covid-19-noticia/