Para salvar el modelo

16/09/2019

Por Edgard Ortiz

Al pueblo no se le hace caso, al pueblo se le gobierna… el pueblo no sabe lo que es el bien común…”

Declaraciones de un ex presidente del Tribunal Constitucional. Nada menos que ante la Comisión de Constitución del Congreso. Semejante discurso antidemocrático se emite en el marco del proyecto de reforma para el adelanto de elecciones propuesto por el Ejecutivo.

Pero esta frase no debe llamarnos la atención porque es lo que sinceramente siente un grupo representativo de nuestra sociedad. Sobre estos miedos al cambio -conservadurismo- y el desfase entre republicanismo y liberalismo ya escribió Alberto Vergara [1].

En este espacio no nos ocuparemos de analizar la lógica de este discurso como respuesta o estrategia política al cambio. No obstante, es claro que el Congreso implementa una maniobra defensiva que quiere legitimar para responder al pedido de adelanto de elecciones del Presidente. Lo que aquí nos interesa es cuestionar esa estrategia desde el punto de vista “social”.

El sentimiento de “angustia” ante la amenaza de cambio del modelo económico tiene características que podríamos intuir: Es cíclico-electoral, urbano, con mayor incidencia en los niveles socioeconómicos más altos y corresponde a sectores conservadores. Tiene sentido. Para este grupo el modelo funcionó.

Pero ¿qué de los demás? ¿Cómo le hablamos a este grupo significativo de peruanos que en su mayoría habitan en la informalidad, siente que el estado y el sistema no les alcanza y, por tanto, no tiene tanto que perder?

En teoría política está claro que toda estrategia de comunicación requiere poner énfasis en el uso del lenguaje, de mitos de gobierno, la construcción del consenso y la generación de narrativas de gobierno. Todo esto, claro, requiere de políticas públicas eficientes en beneficio de los ciudadanos. Porque un buen gobierno no es buena comunicación. Lo segundo es accesorio -aunque relevante- para lo primero.

Entonces, ¿y en el sector privado? ¿Cómo hacemos para lograr que la población interiorice los beneficios de un modelo que efectivamente logró disminuir la pobreza [2] y mejorar los indicadores de desarrollo humano [3].

Creemos que podemos aplicar la misma lógica. La generación de una narrativa de creación de valor desde el sector privado. La elaboración del mito privado que difunda las virtudes del sistema y reconozca que hay trabajo que hacer para incluir cada vez más peruanos.

Para esta tarea el sector privado cuenta con embajadores magníficos. Muchos son jóvenes. Gerentas y gerentes generales, vicepresidentas y vicepresidentes que vienen implementando políticas de inclusión, género, sostenibilidad y diversidad. También hay empresas que, sin ser necesariamente progresistas, vienen potenciando la política pública con intervenciones de valor en educación, salud y empleo. Encontramos muy buenos ejemplos en todos los sectores productivos.

Son estos nuevos embajadores los quienes tienen que presentar las bondades de la formalidad y del sistema a los jóvenes. Tienen que hacerlos ambicionar el cambio y valorar el sacrifico realizado. Explicando las bondades de la formalidad de manera cercana. Generando empatía y fomentando la solidaridad y reciprocidad. Pero estas empresas tienen que ir a buscar a los jóvenes. A las universidades, institutos, asociaciones.

Y el discurso no puede ser de miedo a perder un modelo abstracto. Porque en el fondo el modelo para ellos es etéreo. Lo que hay que hacer es contarles historias. Historias de éxito y superación. Humanizar el modelo. Ponerle rostro. Porque son muchos los peruanos que han podido salir adelante, pero aún quedan muchos más. El mito privado de generación de valor está aún en construcción.

Pero estos embajadores no pueden ubicarse sobre el pueblo y denostar de él. Todo lo contrario. Tienen que empatizar y explicar que nuestro modelo es de mercado, pero es social. Y eso implica libertad y responsabilidad. La generación de oportunidades para todos y, para eso, es necesario crear empleos de calidad. Es necesario mayor inversión responsable. Y para ello el sector privado y el estado deben cooperar. No hay otra forma. Y eso sólo es posible si la gente está de tu lado.

[1] Ciudadanos sin República. ¿Cómo sobrevivir en la jungla política peruana? Planeta. 2013.

[2] Evolución de la pobreza monetaria 2007-2018. Informe técnico. INEI.

[3] Índice de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de la ONU.