Mejores políticas sociales para reactivar una economía para todos
13/08/2020
El impacto de la pandemia ha hecho que más de 3 millones de personas ingresen a una situación de pobreza. Con ello, uno de cada tres personas en el Perú estaría viviendo por debajo de 12 soles al día. Para que el crecimiento económico se traduzca en progreso y oportunidades para todos, como mencionó el presidente del Consejo de Ministros ante el Congreso es indispensable ir más allá del discurso y trabajar estrategias específicas para luchar contra la pobreza tanto en el ámbito urbano como en el rural.
El MIDIS ha mostrado avances interesantes en programas sociales de lucha contra la pobreza rural. Sin embargo, Haku Wiñay, el programa que ha evidenciado impactos importantes en la reducción de la pobreza es uno de los programas sociales que menos presupuesto tiene y sólo atiende alrededor de un 10% de la población objetivo. Es decir, falta llegar a un 90% más pese a que la evidencia demuestra que sí funciona.
Por otro lado, se ha descuidado el diseño y la implementación de una estrategia contra la pobreza urbana. Esta crisis ha golpeado significativamente al sector urbano y es indispensable implementar acciones orientadas a levantar las capacidades productivas de la población afectada para elevar su competitividad, su nivel de empleabilidad y por lo tanto su nivel de ingresos.
En tiempos de crisis y de desempleo, muchos países aprovechan la oportunidad para invertir en capacidades de su gente y elevar así su productividad. Los bonos entregados a las familias son esfuerzos muy poco efectivos para contener esta crisis. El primer bono de 760 soles ha sido entregado para un contexto de 3 meses, lo que ha hecho que de manera diaria, cada familia reciba menos de 2.5 dólares. Si esto no funciona para una familia en situación de pobreza extrema, menos va a funcionar para una familia de vulnerable de clase media que acaba de entrar a situación de pobreza y que tiene mayores niveles de gasto.
El segundo bono viene con retrasos similares en el cronograma de pagos pues se estaría entregando hasta octubre y no hay a la vista una posibilidad de un siguiente bono por lo que el monto de este bono entregado en el contexto de julio a diciembre, equivaldría a menos de un dólar y medio por familia de manera diaria. Hace falta una propuesta más agresiva, más ambiciosa y sobre todo, más inteligente para reactivar a las personas más afectadas.