Los problemas públicos y la gestión pública

Un aporte para reflexionar la gestión pública desde los problemas públicos

13/09/2019

Por Vlado Castañeda

Para desarrollar una gestión pública eficaz y efectiva, es importante partir de la comprensión de un problema público que se tiene que atender desde el ámbito del Estado, del Gobierno y específicamente desde las entidades públicas. Para afrontar esta situación en beneficio de la sociedad y; principalmente en provecho de los ciudadanos (quienes sufren de los problemas públicos), es necesario estar atentos a la evolución de los mismos y a su abordaje considerando la gestión de los bienes y servicios públicos.

Considerando lo antes mencionado; se presenta dos tipos de problemas que se afrontan desde el Sector Público, uno referido a los problemas de gestión (asociados al inadecuado funcionamiento de las entidades públicas y gestión del gobierno) y otro referido a los problemas públicos (a nivel de problemática cuando afecta a toda la sociedad y a nivel de problemas específicos cuando afectan a un determinado conjunto de ciudadanos dentro de la sociedad estando siempre asociados a determinadas problemáticas); en función a ello se definen las exigencias de la gestión pública. En esta oportunidad abordaremos lo relacionado al problema público, como aquel problema que se presenta en la población y es de alto interés resolver para la sociedad.

En ese caso, se propone la existencia de tres formas de evolución y situación de los problemas públicos, que se debe tener en cuenta para colocar la acción pública del Estado al servicio de la sociedad (gestión pública efectiva); una primera situación es cuando el problema público no se aborda adecuadamente; una segunda situación es la del problema público que ya venía presentándose y que no había sido priorizado; y la tercera situación es el nuevo problema público que se origina recientemente en la población a partir de nuevas ocurrencias que afectan a la sociedad. Se propone el análisis planteando lo necesario para cada situación, a fin de indicar la respectiva relación con una gestión pública efectiva.

Respecto a la primera situación debemos considerar que cuando los problemas públicos no se atienden bien (por un abordaje inadecuado de la gestión pública), la consecuencia que se genera es que el problema público aumenta en su dimensionamiento (se hace más grande y más compleja su solución); lo cual exige una gestión pública con una mejora en la entrega de los bienes y servicios públicos o en el funcionamiento de los procesos para transformar los recursos en bienes y/o servicios, así como estos se transformen en los resultados que requiere la sociedad (los resultados son los cambios positivos que se producen en el ciudadano que tiene el problema específico)

Por otro lado, tenemos la segunda situación que se da cuando se resuelve un problema público y otros problemas públicos no priorizados se activan en la demanda de atención por parte del Estado; en esta circunstancia es necesario no considerar la misma gestión pública sino valorar actualizarla aplicando la modernización de la gestión pública. Lo que no debe pasar es que con la misma forma de gestión que se solucione un problema público, se establezca solucionar otros problemas públicos. Cada problema público exige una estrategia diferenciada de gestión pública de la solución orientada en los resultados en favor de los ciudadanos y la sociedad.

Una última situación, es la referida a los nuevos problemas públicos que se originan en la población; ante ello es necesario contar dentro de la gestión pública con un sistema de alerta sobre los cambios negativos que ocurren en la sociedad, para lo cual se debe complementar el trabajo con la delimitación geográfica y social de estos, a fin de comprender sus causas y consecuencias; a partir de lo cual se pueda establecer las nuevas estrategias de abordaje de la gestión pública, lo cual debe prever la configuración de nuevos objetivos, estrategias, bienes y/o servicios públicos, así como nuevos parámetros de funcionamiento de las intervenciones realizadas por las entidades públicas en el marco de las prioridades de Gobierno y el rol del Estado.

Finalmente, en todas las situaciones antes mencionadas donde se presentan problemas públicos que requieren atención por parte del Estado, se debe analizar las capacidades y recursos necesarios que se deben tener a disposición para realizar la gestión pública (principalmente desde el plano institucional), en las condiciones que se requieren para una actuación pública considerando los resultados con valor público, teniendo un desempeño con eficacia, eficiencia (efectividad) y calidad. Es allí cuando, la oferta  del Estado se ajusta a las necesidades requerimientos y expectativas de la población (en base justamente a sus problemas públicos); logrando en la sociedad satisfacción y contribuyendo a su desarrollo económico y social.