La utopía del pleno empleo en las regiones

En la agenda del legado en descentralización

24/10/2019

Por Arturo Granados

Pocas cosas son más tristes y discapacitantes que estar sin trabajo. Tal vez el empleo se pueda definir como la plataforma para el ejercicio de los derechos. Ponerse en los zapatos de 6 millones 555 mil 938 [1] peruanos y peruanas desempleados puede ayudarnos a asumir los esfuerzos de promoción del desarrollo económico y la diversificación productiva.

Una utopía es una imagen deseada de difícil realización que moviliza hacia adelante a una comunidad, país o nación. No es un sueño, un imposible o una quimera. Una utopía de pleno empleo debe alinear a políticos, técnicos, empresarios y emprendedores para alcanzar uno de los derechos humanos más poderosos. El medio para que la gente tenga trabajo y sea autónoma es el desarrollo económico.

¿Cuál es el camino que debemos seguir en las regiones para lograrlo? Dos ejemplos: Ica y San Martín. Cilloniz [2] habla sobre las perspectivas de una región con pleno empleo: “La cartera de proyectos que dejamos para las próximas autoridades es amplia, la mayoría está conformada por inversiones privadas [3]. Tenemos planes para construir nuevas carreteras, tren, puertos y los proyectos de afianzamiento hídrico”. Y añade que la clave ha sido “desempeño del sector agroexportador, el turismo y el comercio”.

El caso de San Martín, una región con continuidad de políticas de desarrollo sostenible en los últimos 16 años–más allá de los ardores políticos- muestra que las políticas de zonificación territorial reconociendo la vocación productiva de los subterritorios que la conforman, la conectividad vial y el desarrollo de un modelo de promoción de la inversión privada son un combo poderoso.

El 2015 el Gobierno Regional puso en funcionamiento la Oficina de Promoción de la Inversión Privada Sostenible (OPIPS). El modelo consiste en conectar a inversionistas nacionales e internacionales que necesitan una producción específica con los productores regionales. La demanda jalona la oferta. No se produce primero para colocar productos en el mercado, se produce lo que ya de contrató, según la vocación productiva subterritorial. “El productor conoce el precio de venta desde el momento que va sembrar el cultivo y la empresa privada asegura el volumen del producto para su comercialización…” [4]. La proyección al 2022 de un conjunto de emprendimientos en cartera son 174,000 empleos directos.

Noriega, ex gobernador de San Martín, con quien tuve largas conversaciones en las frescas mañanas moyobambinas, puso en marcha la OPIPS. Con él nos preguntábamos de cara a la transición gubernamental regional ¿cuáles son las tendencias, los avances y los desafíos de desarrollo de la región San Martín?, ¿cómo vemos a San Martín en el Mundo para aprovechar las capacidades y potencialidades regionales para tener un lugar en las ligas mayores? Y más específicamente ¿Cuándo y cómo podemos lograr el pleno empleo? ¿Cuándo y cómo cerramos las brechas de conectividad regional? ¿Cómo aprovecharemos la diversidad de la vocación productiva sostenible de la región? [5]

Las dos experiencias muestran que la clave es lo que hagamos para dinamizar el sector privado, con un sector público facilitando el emprendimiento y el eslabonamiento. Hoy el Ejecutivo Nacional promueve las Agencias Regionales de Desarrollo (ARD) para promover el desarrollo regional. El enfoque debe fortalecer la institucionalidad gubernamental regional, no suplantarla, ni con un tercero privado, ni con un desconcentrado nacional. Foco: desarrollar las funciones de gobierno regional con financiamiento para la estrategia, cuadros técnicos que se inserten en la organización gubernamental, creando un órgano gubernamental regional ad hoc que como la OPIPS haga su trabajo, no un “mecanismo de coordinación”.

Pensemos, por ejemplo, que en los próximos 8 años San Martín necesita crear 157,979 empleos, Ayacucho 114,080; Ancash 211,879; Piura 368,762; Tumbes 44,661; Cajamarca 217,875; y  Ucayali 85,905 [6].

Las agencias regionales de desarrollo son un instrumento para el ejercicio de la competencia constitucional de los gobiernos regionales de promover el desarrollo y la economía regional [7]. El legado de descentralización aquí consistiría en colaborar con los gobiernos regionales para ponerlas en funcionamiento, financiarlas y poner en marcha una cartera de inversiones privadas para crear empleo.  No esperemos un milagro, vayamos en pos de una utopía.

[1] Informe anual de empleo 2017. Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

[2] Entrevista a Fernando Cilloniz, ex gobernador de Ica. Andina, 26 de diciembre de 2018.

[3] Subrayado nuestro.

[4] En la senda del desarrollo sostenible. Legado Período 2015-2018 y Agenda Pendiente. Región San Martín. Página 44.

[5] OP cit., página 79.

[6] MTPE – DGPE – Dirección de Investigación Socio Económico Laboral. Basado en INEI – Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, 2018.

[7] Artículo 192. Título IV de la Estructura del Estado. Capítulo XIV de la Descentralización. Constitución Política del Perú.