La Oportunidad de la Política Deportiva

31/08/2024

Por: Vlado Castañeda

Hace unos días hemos pasado en familia la expectativa de compatriotas participndo en los Juegos Olimpicos- Paris 2024, lo cual conllevo celebrar la medalla de bronce de Stefano Peschiera (modalidad de vela dinghy) después de 32 años, pero además debe ser la mejor participación de Delegación Peruana en unas Olimpiadas, pues los 26 atletas que compitieron en 9 deportes obtuvieron varios cuartos puestos (surf, vela y marcha), 1 atleta en sexto puesto (tiro) y una atleta en octavo puesto (marcha), lo que hace 6 diplomas olímpicos.

A raiz de eso la consulta de política pública que he tenido en estas semanas gira en qué más se puede hacer. Debemos partir en tener presente que el 2022 se promulgó la Política Nacional de la Actividad Física, Recreación, Deporte y Educación Física (Decreto Supremo Nº 014-2022-MINEDU); que indica que se trata de atender el problema público de la reducida práctica de la actividad física, recreativa y deportiva de la población de todas las edades, para una vida activa y saludable; en donde las causas de interés para impulsar el deporte de competencia estarían enfocadas en la limitada formación para la actividad física y el deporte (centrada en la limitada cobertura y calidad de la educación física y la limitada formación y desarrollo profesional de agentes y mediadores deportivos), así como en el reducido apoyo para el desarrollo y soporte de los deportistas de alta competencia (centrada en la limitada articulación y funcionamiento del sistema deportivo).

Entonces; para afianzar más logros deportivos, el Estado debe invertir principalmente en dos pilares uno relacionado a afianzar la educación física (que además ayuda a nuestra población en formación y desarrollo de un mejor estilo de vida) y otro asociado a invertir incrementalmente en el tiempo en el sistema de alta competencia deportiva; todo ello generando vasos comunicantes entre dichos pilares, para que haya complementación en aumento del interés deportivo, en identificación del talento humano y en reducir los costos de transacción para la formación de los deportista en los diferentes niveles de competencia.

Pero además se debe valorar las ventajas competitivas que tenemos por disciplina deportiva considerando los componentes sociales (para aprovechar condiciones y preferencias individuales y colectivas) y las características territoriales (altura, mar, zonas geograficas de interés, entre otros); a lo cual se puede sumar los incentivos para desarrollar auspicios deportivos desde el Estado y facilitar la articulación y vinculación de responsabilidad y Marketing social del Sector privado, para un apoyo en diversos niveles y etapas de la vida deportiva; contrinbuyendo a generar desarrollo de la calidad deportiva en nuestro país.

Por ultimo debemos seguir aprovechando nuestra infraestructura deportiva de alta competencia que tenemos desde haber sido sede los panamericanos 2019 y que se potenciaran en la edición de los juegos panamericanos- Lima 2027; lo cual nos permitirá seguir siendo un hub deportivo de competencias mundiales en diversas disciplinas (estos dias voley y natación), de tal forma que vayamos más allá de fútbol y del voley que son nuestro deporte masivos, sumando a ello disciplinas en la que tenemos un buen capital humano deportivo y donde podemos aprovechar nuestras condiciones país. El deporte sera siempre una oportunidad de crecimiento personal y colectivo, que incidirá en valorar mas lo nuestro como sociedad y cultivar valores para afianzar nuestro desarrollo; por ello más que un gasto es una buena inversión.