La naturaleza política del uso del conocimiento en la generación de políticas. El uso de la evidencia vs las “Fact-Free politics”

01/06/2023

Por Lina Arenas

Esta semana hemos conmemorado el Dia del Servidor Público en nuestro país. En este contexto, donde muchos funcionarios somos parte de toma de decisiones, y nos vemos invadidos no solo por mandatos políticos, sino con frecuencia expuestos a noticias falsas o datos no verificables, quería compartir algunas de las reflexiones en torno a la incuestionable necesidad de utilizar evidencia científica, o conocimiento (que son cosas distintas) al momento de tomar decisiones para diseñar o expandir políticas públicas.

Existen dos temas de fondo; el primero, la definición de qué constituye evidencia científica, versus qué constituye conocimiento (Hammersley, 2013; Sutcliffe and Court, 2015). Mientras que la evidencia científica y académica sigue uno o varios métodos de investigación rigurosos para sugerir resultados precisos y a veces extrapolables, el manejo del conocimiento puede implicar ciencia detrás o no. Esto va a depender de la contextualización del problema público a analizar, porque bien es sabido que la mayoría de investigación en el mundo se realiza en muestras de determinados países y poblaciones que no calzan específicamente a nuestro contexto peruano. Hago esta distinción porque en las áreas de investigación de las diferentes carteras sectoriales existe esta suerte de obsesión con determinado tipo de evidencia, cuando el cuerpo teórico que estudia el manejo de evidencia para la toma de decisiones gubernamentales (Pankhurst and Abeysinghe, 2016) hace un buen tiempo que dejó la visión pura economicista del manejo la de la misma, para cuestionarla, contextualizarla y debatirla en los ministerios, oficinas de estrategia, en aulas universitarias y think tanks.

Por otro lado, el segundo tema de fondo refiere al peligro al que últimamente estamos enfrentando en el mundo (aunque a veces uno piensa que es solo en el Perú) de la correlación entre autoritarismos y las políticas libres de datos “fact-free politics” (Bekkers et al., 2018). Ejemplos abundan en Lima y en el mundo. Se da cuando una autoridad, por ejemplo, digamos, un alcalde, toma una decisión basado en alguna creencia o idea, de la cual no tiene prueba alguna o sustento en la realidad. Esto correlaciona largamente con gobiernos autoritarios y es un fenómeno que viene expandiéndose de manera peligrosa en todo el globo.

Ambos problemas son dos caras de una misma moneda y están relacionados a cómo manejamos la información. Si nos importa o no. Si sabemos interpretarla. Si la buscamos o si la ignoramos. Todo interesado en la cosa pública termina gestionando información tarde o temprano y es importante que nos cuestionemos permanentemente la relevancia que adopta en nuestras gestiones.

Referencias:

Bekkers, V., Buuren, A.V., Edwards, A. and Fenger, M. (2018) Contested knowledge in Dutch climate change policy, Evidence & Policy, 14(4), pp. 571–87, DOI: 10.1332/174426417X14996732347757

Hammersley, M. (2013) The myth of research-based policy and practice. London: Sage.

Parkhurst, J. and Abeysinghe, S. (2016) What Constitutes “Good” Evidence for Public Health and Social Policy-making? From Hierarchies to Appropriateness, Social Epistemology, 30:5-6, 665-679, DOI: 10.1080/02691728.2016.1172365

Sutcliffe, S. and Court, J. (2005) Evidence-based policymaking: what is it? How does it work? what relevance for developing countries? London: Overseas Development Institute.