La hoguera de las vanidades

18/10/2020

Por Juan Manuel Robles

Tom Wolfe escribió en 1987 la novela “La hoguera de las vanidades”, en la cual satirizaba las costumbres de las personas acaudaladas de New York, incluso en situaciones de crisis económica. El título de dicha novela, a su vez, se inspiraba en un evento histórico real: En Florencia (Italia) se realizó una hoguera con los artículos que se consideraban pecaminosos por promover la vanidad.

La novela antes citada tiene una lección importante en situaciones como la presente: Las personas deben modificar sus patrones de comportamiento para efectos de hacer frente a situaciones de crisis. Incluso, cuando estos patrones se encuentran sustentados en la costumbre y en el miedo.

A fin de entender ello, veamos el actual panorama nacional.

De acuerdo con lo señalado en el Informe Técnico N° 10 – octubre de 2020 (en adelante, el “Informe”) [1] emitido por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) los 5 sectores que han mostrado una mayor reducción porcentual a Agosto de 2020 respecto del 2019 son:

(i) Alojamiento y Restaurantes: -35.43% (sector que tiene un peso en la economía del 2.86%)

(ii) Construcción: -21.21% (sector que tiene un peso en la economía del 5.10%)

(iii) Transporte: -19.46% (sector que tiene un peso en la economía del 4.97%)

(iv) Pesca: -16.84% (sector que tiene un peso en la economía del 0.74%)

(v) Comercio: -13.88% (sector que tiene un peso en la economía del 10.18%)

En este sentido, siendo que el comercio es el sector que tiene una mayor relevancia en nuestra economía de los anteriormente citados; resulta relevante evaluar ciertas alternativas para revertir el decrecimiento del mismo.

De acuerdo con ello, abordaremos en este artículo 2 posibles aspectos que pueden generar “ventanas” para implementar mecanismos que ayuden a ello: (i) aquellos referidos al pago de los productos en el comercio; (ii) aquellos referidos a la oferta de los productos.

Para estos efectos, es preciso tener en consideración el contexto en el cual se desenvuelve este sector. Así, de acuerdo con lo indicado por Milton Vega, Jose Luis Vasquez y Jose Aurazo en su artículo “Impacto del COVID 19 en los pagos de alto y bajo valor en el Perú” [2], es preciso resaltar dos características por el lado del pago de los productos:

(i) Un gran porcentaje de trabajadores recibe su pago a través de dinero en efectivo; lo que implica que tengan que acercarse al punto de venta para poder realizar sus gastos.

(ii) Las comisiones que se cobran a medianos y pequeños comerciantes para poder aceptar pagos digitales son todavía muy altas, representando una barrera de acceso para ellos.

Por otro lado, respecto a la oferta de los productos, debe observarse, como bien lo menciona Laura Olivera Garrido y Omar Churra Aguilar en su artículo “El camino hacia una nueva normalidad” [3]:

Los consumidores no pueden darse el lujo de contrastar alternativas digitales, donde se arriesgan a no recibir sus productos y perder liquidez hasta que puedan tramitar un reembolso. Racionalmente, dado estos altos niveles de incertidumbre, las personas prefieren minimizar el riesgo de iliquidez de las compras digitales y asumir el riesgo sanitario de realizar sus compras de manera presencial.

Posiblemente por lo anteriormente citado, existe aún una percepción referida a que el comercio virtual no resulta confiable.

En este sentido, a fin de incentivar dicho sector, sería conveniente que se evalúe la implementación de las siguientes políticas (algunas de las cuales vienen siendo desarrolladas a la fecha):

(i) Mayor acceso de las personas a cuentas bancarias.

(ii) Fomento de la implementación de políticas que permitan una reducción de las comisiones para poder aceptar pagos digitales o fomentar el uso de tecnologías que abaraten ello como el código de respuesta rápida (código QR). Sobre este particular, consideramos que este aspecto resulta de particular importancia en un sector tan afectado como es el del comercio

(iii) Fomentar la interoperabilidad para poder realizar transferencias de fondos (p.e. de cuentas de depósito a cuentas de dinero electrónico).

(iv) Fomentar la implementación de “laboratorios de innovación” que permitan la creación de productos Fintech, a fin de que el acceso por parte de la población a diversos productos y servicios sea menos costoso sin que ello implique un riesgo de contagio (por la proximidad física).

(v) Implementar las herramientas (como portales informativos) que permita a los consumidores:

(1) Conocer las características de los productos ofertados por los comercios.

(2) Que estos puedan comparar las características de los referidos productos.

(3) Establecer mecanismos claros que expliquen el funcionamiento del comercio electrónico de manera didáctica a los consumidores.

(4) Implementar como política educación la educación financiera y tecnológica.

(vi) Implementar modificaciones al Código de Protección y Defensa del Consumidor de tal manera que los reclamos por productos y que generen la obligación de la devolución del pago realizado por el consumidor, sean efectuados de manera más célere y segura.

Todas estas políticas o herramientas generarían un mejor desarrollo del sector comercio y, a su vez, implicarían una modificación en los hábitos de consumo de los peruanos.

Este último aspecto, consideramos, debe ser abordado de manera clara por el Gobierno; puesto que la modificación de dichos hábitos o patrones de consumo suele hacerse de manera muy difícil.

Al respecto, en una entrevista en The Newyorker, Daniel Kahneman, premio nobel y experto en comportamiento humano, señalaba que uno de los problemas en la contención de la pandemia era que las directrices e instrucciones dadas a la ciudadanía no eran claras [4]. En este sentido, la claridad, siempre importante, puede resultar ahora una de las mejores aliadas en la reactivación de la economía nacional.

[1] Disponible en línea en: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/10-informe-tecnico-produccion-nacional-ago-2020.pdf

[2] Disponible en línea en: https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Moneda/moneda-182/moneda-182.pdf

[3] Idem.

[4] Disponible en línea en: https://www.newyorker.com/podcast/political-scene/why-we-underestimated-covid-19