La gestión del conocimiento en la Gestión Pública

Por Vlado Castañeda

Si nos preguntáramos cuánto nos ahorraríamos en el Estado si tuviéramos gestión del conocimiento en cada entidad pública para aprovechar el aprendizaje que se genera en cada ciclo de gestión (desde el problema público hasta la solución generando desarrollo), seguro que la respuesta sería que nos ahorraríamos varios miles de millones de soles en el conjunto de las más de 2000 entidades públicas que hay en el país y dejaríamos de quejarnos sosteniendo que “se llevaron el conocimiento producto de la rotación de personal”. El conocimiento es un intangible a veces difícil de recuperar cuando no se tiene a disposición.

Para ello debemos ser conscientes que la ruta a seguir es pasar de los datos a la información y con ello construir conocimiento para que su uso incrementalista y recurrente nos permitan actuar con sabiduría en la toma de decisiones y en la rendición de cuentas, de tal forma que incrementemos la capacidad de la gestión pública y acerquemos más el Estado a la sociedad.

En ese contexto, en cada entidad pública, en cada abordaje sectorial y en cada nivel de gobierno; se debe instalar institucionalmente la evaluación y la gestión del conocimiento como herramientas de mejora continua de la gestión pública en los tres niveles de gobierno.

En el caso de la evaluación es importante porque permite a partir de los indicadores de gestión y sus variables explícitas e implícitas recoger una serie de DATOS de interés sobre las intervenciones públicas (a nivel de políticas, planes, programas y proyectos), los cuales con la aplicación algorítmica de los  indicadores de gestión obtener INFORMACIÓN que nos permita analizar la situación medida y a partir de ello poder hacer una evaluación de las intervenciones de forma específica (con el seguimiento) o de manera sistémica (con las diversas formas de evaluación en función a una evaluabilidad), que contribuya a transformar la información en CONOCIMIENTO.

Es así, que el conocimiento no puede estar disperso o que sólo dependa de la Memoria del recurso humano o que estemos dependiendo de las averiguaciones en diversas instancias del Estado para reconstruir lo que pasó. Debemos en el Estado preocuparnos porque las entidades públicas implementen de una vez la gestión del conocimiento en base a tres aspectos:

1.- Almacenando el conocimiento generado (por la Evaluación y las experiencias de gestión o de la sociedad) poniendo a disposición desde repositorios, hasta sistemas de inteligencia de negocios para ello.

2.- Administrando el conocimiento para que sea usado con pertinencia y oportunidad cada vez que las circunstancias lo requieran para mejorar la gestión y principalmente la toma de decisiones en favor de la población; y,

3.- Desarrollando un mayor nivel de conocimiento incrementalista que se vuelva a almacenar y administrar para lograr con ello pasar de la generación continua de conocimiento a la construcción de SABIDURÍA.

Hacer esto realidad, va desde tener carpetas compartidas en la intranet de las entidades públicas hasta la construcción de sistemas de información, sistemas de evaluación, sistemas de inteligencia de negocios y por qué no, sistemas de inteligencia artificial, que permitan reducir los costes de transacción para un desempeño con mayor eficacia, eficiencia, productividad y calidad en la gestión de gobierno (a nivel sectorial e institucional). LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO ES MODERNIZAR EL ESTADO.