Investigar en el reino de la impunidad
19/12/2019
Un día viernes 20 de septiembre de 2013, escribí en mi cuenta de twitter “Bienvenidos al reino de la impunidad”. ¿Qué había ocurrido? El Juez Constitucional Hugo Velásquez Zavaleta había anulado la investigación contra Alan García ante la “Megacomisión” (se coloquialmente se llamó a la comisión multipartidaria que tuvo el encargo de investigar su gestión de gobierno en el Congreso de la República). Más precisamente, Velásquez había emitido una sentencia que anulaba las declaraciones brindadas por Alan García, con lo cual el ex presidente no podía ser denunciado ni acusado constitucionalmente.
¿Por qué las anuló? Porque García, a quien el juez llamó por error (o como un lapsus) su “patrocinado”, presentó una acción de amparo alegando que se había vulnerado el debido proceso. El juez, hoy sancionado por sus presuntas vinculaciones con los “cuellos blancos”, le dio la razón. No habíamos superado aún el “reino de la impunidad”.
Pero la impunidad no solo se expresaba en esa cuestionada sentencia del Poder Judicial. Había una enorme cantidad de investigaciones por corrupción que se archivaron sin establecer responsabilidades, como la implementación del “shock de inversiones”, el uso de los fondos de la reconstrucción del sur (FORSUR) y, el más sonado, el negociado de lotes petroleros conocido como los “Petroaudios”.
Recientemente, hemos conocido por declaración de un colaborador eficaz, que García habría pagado $ 25 mil un fiscal que archivó el caso “El Frontón” (una investigación por violación de derechos humanos).
Las investigaciones a García no solo se enfrentaron a declaraciones anuladas y casos archivados, sino también a cambios de versión de testigos. Durante el primer gobierno de García hubo un testigo que lo acusó de haber recibido una coima por la construcción del Tren Eléctrico: Alfredo Zanatti. Su declaración coincidía con la brindada por Sergio Siragusa, representante del Consorcio italiano Tralima, encargado de la obra. Caído el régimen fujimorista y habiendo prescrito varios delitos, el APRA organizó el retorno de García. Entonces apareció un video de Zanatti retractándose y argumentando que sus acusaciones fueron por presión del gobierno.
¿Libreto conocido? El 15 de abril de 2013, Carlos Butrón Dos Santos, alias “Brasil”, se acercó voluntariamente a mi despacho y de forma espontánea me contó cómo había participado en el otorgamiento de indultos y conmutaciones de penas a cambio de dinero. Este caso luego sería conocido como los “Narcoindultos”. Le aconsejamos acercarse a la fiscalía y acogerse a la colaboración eficaz. Era mejor que guardara un perfil bajo. Sin embargo, de un momento a otro empezó a brindar declaraciones a la prensa y poco después se dio a la fuga. Nadie supo de él hasta que el 20 de octubre de ese año apareció en un reportaje acusándome de haberlo presionado y haberle hecho ofrecimientos para que acuse a García. Hoy, gracias a una investigación de IDL-Reporteros, se sabe que allegados del APRA estuvieron detrás de ese cambio de versión.
Anulación judicial de declaraciones, archivo fiscal de denuncias, cambios de versión de testigos y ataques, muchos ataques, algunos verbales y otros físicos: ese fue el reino de la impunidad. Estos hechos han quedado en el pasado, pero se sigue (y se seguirá) descubriendo cómo operó la corrupción dentro del Estado. Y, lo que es peor, muchos hilos pueden seguir moviéndose y muchas redes podrían seguir intactas. Hay, por tanto, aún una enorme tarea por delante.
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* Este artículo es una adaptación de mi intervención durante la presentación de mi libro El reino de la impunidad. Revelaciones de la Megacomisión y la caída de Alan García (Debate, 2019). Agradezco especialmente a Propuesta País por la transmisión del evento en vivo.