Es el momento de revisar el Presupuesto
16/07/2019
Como todos los años finalizado el primer semestre, corresponde realizar una evaluación al presupuesto de las entidades públicas, con el propósito de observar no solamente el avance de las metas programadas para el año, si no también determinar el posible saldo de recursos que se pueda originar en una proyección de gastos a fin de año.
Esta revisión no es un trabajo que deba desarrollarse mediante una simple lectura a una pantalla de ejecución del gasto público, amerita un mayor análisis, un poco más de esfuerzo. Corresponde entonces a las áreas de Planeamiento y Presupuesto iniciar una labor de coordinación por las distintas áreas que ejecutan el gasto en la entidad, para determinar de manera conjunta tanto los avances a las metas, así como el nivel de ejecutabilidad que pueden tener los montos que aún no revelan haber iniciado el proceso de gasto en el presupuesto institucional.
Inicialmente, debemos revisar aquellas intervenciones que no se han certificado aún. La certificación es una etapa del gasto que indica que la entidad dio inicio a los procesos para adquirir bienes o contratar un servicio necesario para el cumplimiento de sus metas. Una meta cuyos gastos no han sido certificados dan la señal, a estas alturas del año, que ya no son necesarios para el cumplimento de la misma. Realizada la revisión y entendiendo que esos recursos quedan disponibles para ser recolocados, corresponde ubicar como segundo paso que otras actividades o proyectos dentro de la entidad, requieren mayores recursos para darle un mejor uso a esos fondos en función de los objetivos de la entidad.
Los montos no certificados que muestra la consulta amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (al 14/07/19), para todos los pliegos que conforman el presupuesto del Estado ascienden a S/. 47 mil millones, cifra que representa el 25% del presupuesto vigente y que no resulta nada despreciable para comenzar evaluar donde se pueden recolocar esos recursos, ya sea en más inversión o en alguna actividad que permita acelerar o cerrar la brecha en función a los resultados esperados.
Otra posibilidad que debe evaluarse, es que dada la existencia de saldos que no puedan recolocarse en la misma entidad, es promover una ley que permita al Ministerio de Economía y Finanzas trasladar esos saldos a la Reserva de Contingencia y de ahí de orientarlos hacia otras entidades que tengan acciones concretas y ejecutables en lo que resta del año. Este proceso puede demandar un tiempo relevante para que las entidades se pongan de acuerdo en definir sus saldos y aprobar la norma a través del Congreso de la República, sin embargo, dada la importancia que este proceso implica es necesario iniciarlo lo más pronto posible.