Enfoque de género en la agenda local urbana

26/09/2022

Por Marcela Huaita [1]

Luego de la discusión pública sobre agendas locales y la incertidumbre sobre el rumbo político que tomarán los gobiernos municipales, una vez dados los resultados electorales, corresponde a las futuras autoridades organizar sus equipos y a éstos establecer las respuestas técnicas que deberán desarrollar para mejorar la gestión, así como los servicios que brinden a su población. Para ello deben tener en cuenta que hombres y mujeres se desenvuelven de diferente manera en los espacios urbanos. Nuestra población, de acuerdo a los roles que asumen en la sociedad, van a presentar necesidades diferenciadas que deben evaluarse a fin de brindar las respuestas adecuadas, propugnando el desarrollo urbano pero también el derecho a una participación equitativa en la ciudad.

Sin embargo, esa tarea no es nada fácil. Un primer y gran escollo es la ausencia de información desagregada a nivel provincial y distrital, con la que pudieran ser caracterizadas las necesidades de la población local en nuestro país. Lo más actualizado que se encuentra son los “Indicadores de gestión municipal 2021” que publica anualmente el INEI, donde se sistematiza los datos que las propias entidades envían y que permiten identificar el perfil del municipio y sus principales problemas, pero que no contempla cuestiones relativas a las desigualdades y brechas de género. Un segundo elemento que puede constituirse en una barrera es contar con un recurso humano suficientemente capacitado para incorporar este enfoque. Al respecto, de acuerdo con los datos del INEI, en los últimos años, en lugar de aumentar la demanda de capacitación en Planificación Estratégica Institucional con Enfoque de Género, así como en Presupuesto con Enfoque a Resultados y Enfoque de Género [2], ésta ha disminuido lo que pareciera indicarnos que es una demanda que debemos reactivar con la nueva gestión municipal.

Por todo ello, encuentro pertinente compartir algunas reflexiones e información que pueden serles de cierta utilidad para reducir las desigualdades de género en su ámbito local, especialmente urbano.

Así en materia de seguridad ciudadana, resulta clave:
– Coordinar la integración de la acción del serenazgo con la policía para brindar una respuesta rápida cuando hay situaciones de llamadas de emergencia por violencia intrafamiliar.
– Mejorar las condiciones de iluminación en general en el distrito, pero en especial en los espacios cercanos a parques y centros comerciales, para evitar situaciones de asaltos y acoso callejero
– Formación de líderes locales y fortalecimiento de las redes de mujeres y jóvenes contra la violencia basada en el género.
– Frente al riesgo de desastre, tener en cuenta que las mujeres tienen necesidades de higiene específicas que deben ser previstas por quienes desarrollan las acciones de defensa civil.
– En materia de defensa civil, los comités distritales deben tener en cuenta que son mujeres quienes -en la mayoría de los casos- están a cargo de personas dependientes (menores de 6 años, personas adultas mayores, personas con discapacidad o enfermas) y que por tanto deben tener en cuenta esas condiciones para la atención de posibles personas damnificadas.

En materia de movilidad urbana,
– Identificar los tiempos y circuitos de movilidad dentro del distrito, respecto de hombres y mujeres al momento de regular y planificar el transporte urbano.
– Tener en cuenta las rutas de circulación que utilizan mujeres y hombres en el distrito, cuando se trate de construir, rehabilitar, mantener o mejorar la infraestructura vial.

En materia de temas ambientales,
– Identificar uso de espacios públicos y áreas verdes por hombres y mujeres, de acuerdo con horarios y días de la semana con el fin de promover y administrar parques y otras áreas verdes.
– Tener en cuenta las responsabilidades diferenciadas entre mujeres y hombres respecto de la disposición de desechos y oportunidades de reciclaje.
– Mejorar la administración o supervisar la concesión del servicio de agua potable, alcantarillado, desagüe, limpieza pública y tratamientos de residuos sólidos, con participación de las organizaciones de mujeres para tener en cuenta sus demandas y necesidades.

En materia de gestión de espacios urbanos,
– Identificar la presencia diferenciada de hombres y mujeres en los espacios públicos, de acuerdo con horas y días de la semana.
– Instalar y mantener servicios higiénicos y baños públicos limpios y en condiciones adecuadas.
– Promover el uso de las losas deportivas para deportes alternativos al fútbol, así como organizar ligas femeninas de competencia deportiva.
– Identificar rutas seguras para mujeres que cuidan para que puedan concurrir con personas dependientes, ofreciéndoles entretenimiento, y acceso al patrimonio cultural.

En materia de participación y protección social,
– Promover la partición de organizaciones de mujeres de diversa composición para garantizar que la diversidad de sus voces se escuche.
– Brindar información adecuada para su registro y participación formal de las organizar de mujeres en los mecanismos de participación
– Promover la creación de infraestructura social – como casas refugio- teniendo en cuenta la prevalencia de la violencia contra la mujer en su región.
– Promover espacios de cuidado diurno tanto para niños y adolescentes, como para personas adultas mayores autovalentes, para mejorar la respuesta a las necesidades de su población.
– Tener actualizada y difundir la lista de servicios de protección social que se dan en el área, que pueden estar a cargo directo de la municipalidad (ej.: DEMUNAS), como a cargo de otras entidades (ej.: Comisarías, CEM, centros de salud, etc.)

En materia de gestión municipal
– Aprobar lineamientos que permitan incorporar de manera sistemática y transversal el enfoque de género en la formulación e implementación de las políticas, servicios públicos y la gestión [3].
– Articular y alinear los instrumentos de planificación a las políticas nacionales y regionales para la igualdad de género y contra la violencia basada en género.
– Desarrollar un plan de acción distrital para la prevención de la violencia de género y una estrategia de implementación [4].
– Incorporar consideraciones de género en la formulación de proyectos de inversión pública que contribuyan a la reducción de brechas de género.
– Fortalecer sus recursos humanos con competencias en materia de enfoque de género, teniendo en consideración las capacitaciones que organiza la Escuela Nacional de Administración Pública (ENAP) [5].
– Adoptar medidas que contribuyan a garantizar igualdad de condiciones de mujeres y hombres que trabajan en el gobierno local en materia de formación y capacitación e igualdad salarial.
– Brindar facilidades para compatibilizar la vida laboral, familiar y personal de las mujeres y hombres, promoviendo que tanto hombres como mujeres puedan sumar período de descanso vacacional a días de licencia parental.
– Sensibilizar al personal sobre las situaciones de hostigamiento sexual, y asegurarse de que se conozca los canales de denuncia, y el funcionamiento de los mismos para que haya sanción efectiva.
– Promover la participación igualitaria de mujeres y hombres en los distintos órganos de representación, cargos directivos y de toma de decisiones.
– Fomentar uso de lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones; orales, escritas y gráficas que se emitan, adecuando las comunicaciones conforme a la Guía de Lenguaje Inclusivo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Finalmente quiero resaltar que el futuro nos ofrece oportunidades interesantes, como el reconocimiento a la igualdad de género en el sector público, que recientemente ha obtenido la Municipalidad de Lima Metropolitana, luego de tres años y medio de trabajo sostenido y acompañado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y que le ha permitido obtener en julio del 2022el Sello de Igualdad de Género en las Instituciones Públicas que brinda el PNUD [6]. El camino no es fácil, pero es posible, y cada vez más hay experiencias sistematizadas y buenas prácticas de las que podemos aprender [7], animémonos a iniciar una gestión local con perspectiva de género.

[1] Experta en temas de género y políticas públicas. Actualmente, es docente y jefa de la Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad de la PUCP. Exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2015-2016).

[2] INEI (2022). Indicadores de gestión municipal 2021. pág. 33

[3] Un ejemplo de ello pueden encontrar en la ordenanza N.° 2355-2021 aprobada por la Municipalidad de Lima Metropolitana.

[4] La experiencia de Villa El Salvador puede ser visitada en https://www.undp.org/es/peru/projects/planeamiento-y-acci%C3%B3n-local-para-abordar-la-violencia-de-g%C3%A9nero

[5] Curso Gestión Pública con enfoque de género. Ver.

[6] Para conocer más de esta experiencia, en la que tuve la oportunidad de colaborar, pueden ver: https://www.undp.org/es/peru/noticias/un-reconocimiento-la-igualdad-de-genero-en-el-sector-publico

[7] Red Iberoamericana de Municipios por la Igualdad de Género. Experiencias de buenas prácticas locales con enfoque de género. Ver.