El reto del saneamiento rural en el Per煤

05/11/2019
El Estado ha venido haciendo esfuerzos por ampliar y mejorar los servicios de saneamiento rural. Sin embargo, el modelo orientado al cierre de brechas de acceso ha generado cierto crecimiento en el n煤mero de conexiones, pero ha descuidado la calidad y la sostenibilidad. Y son los servicios de calidad y sostenibles, acompa帽ados de pr谩cticas adecuadas de higiene, los que reducen la prevalencia de enfermedades diarreicas, parasitarias y enfermedades transmitidas por vectores, generando impacto positivo en la poblaci贸n.
Una mirada retrospectiva
Desde la promulgaci贸n de la Ley de Saneamiento B谩sico Rural, en 1962, el Gobierno Peruano, apoyado por la cooperaci贸n internacional, ha puesto en marcha programas e intervenciones orientados a dotar de servicios de agua potable y de disposici贸n de excretas a las comunidades del 谩mbito rural. Entre estos se puede mencionar: DISABAR, PRONASAR, Amazon铆a Rural, ROMAS鈥揇IT, SABA, SANBASUR, Agua M谩s, entre otros.
En enero de 2012, se cre贸 el Programa Nacional de Saneamiento Rural – PNSR, considerando el enfoque de presupuesto por resultados, lo que constituy贸 un avance significativo en el abordaje de la problem谩tica al estructurar e integrar las acciones dentro de una l贸gica causal y definir responsabilidades y mecanismos de articulaci贸n territorial en los tres niveles de gobierno, con el objetivo de lograr servicios de calidad y sostenibles.
La problem谩tica
A pesar de los esfuerzos, de acuerdo con ENAPRES 2018, a煤n el 26% de la poblaci贸n rural carece de servicio de agua potable y el 71% de servicios de disposici贸n de excretas, siendo las brechas mucho mayores que las del 谩mbito urbano (8.0% y 12.8% respectivamente). Asimismo, el porcentaje de hogares rurales con agua segura (cloro residual libre > 0.5 mg/l) alcanza solamente el 2.6%.
Adem谩s de lo anterior, hay debilidades institucionales. Las instancias fundamentales en la articulaci贸n territorial no tienen presencia efectiva en el territorio y, en muchos casos, no tienen las capacidades requeridas para el cumplimiento de sus responsabilidades.
En efecto, hay un d茅ficit de asignaci贸n de recursos por los Gobierno Regionales a las Direcciones Regionales de Vivienda, Construcci贸n y Saneamiento, y se requiere un mayor involucramiento y compromiso en el logro de las metas. Los programas de incentivos generan impacto, pero no permanente.
Y en cuanto a las 脕reas T茅cnicas Municipales, se observa asimetr铆a entre los recursos y capacidades disponibles y los que se requiere para la capacitaci贸n y supervisi贸n. Y esto se agrava con la discontinuidad del personal y la baja prioridad asignada al tema por los Alcaldes, salvo temporalmente por los programas de incentivos. No obstante, los recursos recibidos en el marco de 茅stos no se dirigen en proporci贸n significativa a las ATM o a los servicios.
Por otro lado, las JASS, responsables directas de la prestaci贸n, presentan un fuerte d茅ficit de capacidades operativas y de gesti贸n. Seg煤n la base de datos DATASS del MVCS, la cloraci贸n se hace solo en el 47% de los sistemas y el 75% de los sistemas se encuentra en estado regular o colapsado. Y, en muchos casos, infraestructura nueva queda inoperativa en periodos muy cortos de tiempo debido a malas pr谩cticas y a la falta de mantenimiento.
Uno de los aspectos cruciales es el desequilibrio econ贸mico en la prestaci贸n. Seg煤n DATASS, el 30% de los prestadores no cobra cuota familiar. Adem谩s, existe una importante brecha entre la cuota familiar promedio y la cuota requerida para una adecuada prestaci贸n. Esta brecha llega a ser de 1 a 5 en los sistemas con bombeo y tratamiento.
El desequilibrio financiero merece ser analizado con detalle y desde una perspectiva integral. Por un lado, se requiere actividades efectivas de incremento de valoraci贸n y de educaci贸n sanitaria para incrementar la disposici贸n a pagar. Por otro lado, se debe efectuar estudios de capacidad de pago y evaluar, en casos especiales, la pertinencia de esquemas de financiamiento complementario temporal por incentivos (asociados a cloraci贸n, designaci贸n de operador certificado, mantenimiento de los sistemas y recaudaci贸n) y adecuadamente focalizados. Estos sistemas deficitarios deben alcanzar en el futuro sostenibilidad v铆a su conexi贸n con proyectos o programas productivos, servicios ecosist茅micos y programas de reducci贸n de vulnerabilidad.
Sin embargo, previamente, tiene que reestructurarse todo el esquema institucional y operativo, requiri茅ndose mejorar estructuralmente las capacidades t茅cnicas y de gesti贸n fundamentales y los mecanismos de asistencia y soporte a los prestadores.
Perspectivas
El Estado ha lanzado la estrategia de cloraci贸n, con un programa piloto en tres regiones, y ha iniciado un proceso de revisi贸n del Programa Nacional de Saneamiento Rural, dentro del marco de los nuevos Programas Orientados a Resultados (PPoR), que implican una visi贸n multisectorial e intergubernamental.
Elprimer paso para lograr el objetivo es cambiar el enfoque de un modelo orientado a proveer infraestructura a un modelo orientado a la prestaci贸n. El PIM 2019 para inversiones en Saneamiento Rural es de 3,339 millones de soles. Dif铆cilmente la ejecuci贸n de estos recursos este a帽o superar谩 el 50% y sabemos que es lo que pasar谩 con la mayor铆a de sistemas que se instalen. Una peque帽a parte de los recursos no ejecutados podr铆a ayudar a asegurar sostenibilidad. Pero antes hay que restructurar el esquema, y cada entidad debe hacer su parte.