El destrabe como uno de los factores que contribuyen a apuntalar el crecimiento de la economía

29/08/2019

Por Alfonso Garcés

En medio de la turbulencia provocada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y que viene generando un mayor deterioro de la economía mundial, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) publicó hace unos días en el Diario Oficial El Peruano el Marco Macroeconómico Multianual 2020-2023 (MMM), el cual constituye uno de los instrumentos de política económica más importantes del país, pues contiene los lineamientos de cuál será el comportamiento de la economía en el corto y mediano plazo, tanto a nivel macro como micro, y en el que se plasma la estrategia a seguir para mitigar los efectos externos en nuestra economía.

De acuerdo al MMM, si bien el MEF ha realizado una revisión a la baja de las cifras de crecimiento para este año (3%), proyecta un crecimiento de 4% para el 2020 hasta alcanzar un 5% para el 2023. ¿qué factores llevan al MEF a pensar que podemos alcanzar esos niveles de crecimiento? Entre otros, se encuentra la demanda interna reflejada en el fortalecimiento de la inversión privada y pública.

Por el lado de la inversión privada y público privada que buscan asegurar el crecimiento se encuentran proyectos de infarestructura como la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, el Terminal Portuario General San Martín y la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, además de la continuidad de ejecución de Quellaveco, Mina Justa y ampliación de Toromocho. ¿qué nos garantiza  que dichos proyectos se ejecutarán de acuerdo a los cronogramas de inversión? Tres grandes factores pueden explicar el cómo lograr ese objetivo: fortalecer la institucionalidad, mejorar la gerencia pública e implementar un plan de integridad o compliance público.

«Debería fortalecerse al Equipo Especializado de Seguimiento de la Inversión, conocido también como Equipo de Destrabe».

Ahora nos detendremos en el primero: el fortalecimiento de la institucionalidad. Así, vemos que en el Ranking de Competitividad Global 2018 del WEF, el Perú se ubica en el puesto 63 de 140 economías del mundo; y, específicamente, en cuanto a institucionalidad, nos encontramos en el puesto 90 de 140. Fortalecer la institucionalidad es un trabajo de largo plazo e implica mejorar la calidad regulatoria. Con reglas claras se minimizan los riesgos de renegociaciones de contratos, de demoras en la obtención de permisos y liberación de interferencias, evitar duplicidad de funciones de las entidades y reducir la discrecionalidad de los funcionarios públicos, entre otros, dotando así de predictibilidad a los agentes económicos a fin de proteger sus decisiones de inversión.

Sin embargo, en tanto se robustece nuestra institucionalidad, es necesario generar mecanismos que permitan la ejecución de los proyectos que hagan viable el crecimiento del país. En ese contexto, debería fortalecerse al Equipo Especializado de Seguimiento de la Inversión, conocido también como Equipo de Destrabe, creado en el primer semestre del año 2013 con la finalidad de coadyuvar a la ejecución de los grandes proyectos de inversión, tanto privada como público privada. Aunque en los últimos años su labor ha sido disminuida, el MEF actual ha decidido renovar el impulso para asegurar la ejecución de los grandes proyectos. Para que esa tarea titánica sea más efectiva, debería dotarse de las herramientas para identificar la problemática que sea preferentemente común con los demás proyectos a su cargo, que permita generar eficiencia, a través de soluciones a escala, y su eficacia al lograr su ejecución en las fechas previstas. Para ello, se requiere un equipo de primera línea, con objetivos claros, metas reales y medibles, así como conocimiento del pipeline de la inversión.

Así, una vez que seamos un país con un alto nivel de institucionalidad no necesitaremos soluciones coyunturales como las descritas, pero el momento crítico en el que nos encontramos hacen indispensable su existencia.