Diversificación versus competitividad e infraestructura: ¿y el desarrollo pa cuándo?

12/10/2019

Por Erick Verano
Columnista invitado

En la primera década del s. XXI la economía peruana creció a niveles pocas veces vistos en nuestra historia y en gran parte ese crecimiento se debió al boom de los altos precios de los minerales (oro, cobre, etc.) y el impulso que significo la irrupción de China como nueva potencia económica, que empezó a ser nuestro principal socio comercial; lo que nos permitió tener un crecimiento promedio del PBI anual en 6.18%. De esta forma el Perú demostraba una buena performance macroeconómica pero a la vez evidenciaba su exagerada dependencia del sector externo, como país primario exportador, con débiles bases y condiciones para un desarrollo sostenible (institucionalidad, educación, tecnología, infraestructura, etc.)

Teniendo en cuenta que los precios de los commodities no son estables en el tiempo y que China empezó a enfriar sus tasas de crecimiento que amenazaban con sobrecalentar su economía doméstica, a partir del 2010 se empieza a registrar un enfriamiento del crecimiento de la economía nacional. Ante esa situación desfavorable una respuesta que encontró el gobierno del presidente Ollanta Humala fue plantear en el 2014, a través del Ministerio de la Producción, el Plan Nacional de la Diversificación Productiva (PNDP)

Parte del diagnóstico y justificación, para la elaboración de este PNDP, fue que el Perú no tenía una agenda de desarrollo a largo plazo, era muy dependiente de ciertas actividades económicas y carecía de otros motores de crecimiento. Así las cosas, se buscó transformar la matriz productiva impulsando otras actividades económicas que nos garantizaran seguir una senda de crecimiento y desarrollo, aun en contextos internacionales desfavorables, generando empleo formal y de calidad y reduciendo nuestra dependencia del precio de materias primas. Para alcanzar dichos objetivos se contó con 3 ejes principales [1]:

  • Promoción de la diversificación productiva
  • Eliminación de sobrecostos y de regulaciones inadecuadas
  • Expansión de la productividad de la economía

El PNDP pese a sus más que obvios beneficios para el país, genero cuestionamientos y resistencia en los falsos liberales económicos peruanos quienes temían una “supuesta” intervención del Estado en la economía, algo que incluso desde la ciencia económica está justificado por la existencia de las fallas de mercado. No queriendo entender los objetivos que tenía el PNDP y en plena implementación de sus principales ejes de intervención, el gobierno de PPK detuvo este proceso y utilizando como portavoz a su Ministro de la Producción, Bruno Giuffra, afirmó: “La diversificación productiva la hacen los empresarios, no el Estado, nosotros nos debemos limitar a un rol normativo y dejar que las cosas sucedan lo mejor posible” [2]

A la luz de los últimos resultados de microscópico crecimiento del PBI en el mes de abril del 2019 de 0.02%, con la sensación generalizada de parálisis en la marcha económica, el incremento en las tasas de desempleo y con las últimas estimaciones del BCR, MEF y organismos internacionales, que a duras penas prevén un crecimiento de la economía de 3% para este año; ha quedado demostrado que las cosas no sucedieron lo mejor posible y la mano invisible del mercado o el laissez faire laissez passer [3] promovido desde el 2016, que implico abandonar el Plan Nacional de Diversificación Productiva, fue un gran error, tanto es así que desde el 2018 el gobierno de Vizcarra y su sector Producción decidieron retomar la diversificación productiva, “algo que no se debió abandonar nunca”, [4] promoviendo los clusters productivos y el potenciamiento de las mesas ejecutivas sectoriales, impulsando de esta forma la productividad de la economía peruana.

Sin embargo, más que un relanzamiento del PNDP se ha optado por impulsar, por intermedio del MEF, el lanzamiento de 2 nuevos planes:

  • Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC)
  • Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP)

Ambos planes tienen el objetivo de cerrar brechas claves para el desarrollo económico y social del país, así como mejorar sus condiciones para competir en el mercado internacional. El primero a través del cierre de brechas de infraestructura, identificando sectores estratégicos, priorizando y seleccionando proyectos claves;  y el segundo a través de medidas de política en 9 objetivos prioritarios: infraestructura, capital humano, innovación, financiamiento, mercado laboral, ambiente de negocios, comercio exterior, institucionalidad y sostenibilidad ambiental. Sin embargo ambos planes, no han tomado en cuenta el correcto diagnostico hecho en su momento para la elaboración del PNDP que abordaba las causas estructurales internas y externas de la falta de sostenibilidad de nuestro crecimiento económico.

La promoción de estos nuevos planes en desmedro del PNDP, solo confirma la vocación “adanista” de las políticas públicas y de estado, que en cada cambio de gobierno, parecen descubrir la pólvora y cortar los planes en marcha para elaborar nuevos planes que a su vez serán reemplazados por los que impulse el próximo gobierno entrante, perpetuando así un ciclo perverso de planes que nunca son desarrollados en su totalidad y no llegan a cumplir el objetivo de mejorar las condiciones de vida de millones de peruanos.

La aparente discontinuidad del PNDP aborta el hecho que nuestra economía ponga en marcha nuevos motores de crecimiento en sectores de gran potencial: forestal, acuícola, agroindustrial, textiles, aliviando de paso la tensión de los conflictos mineros y que a su vez hubieran generado más empleo formal, frenando el aumento del desempleo (una situación que se ha agravado en los últimos meses, debido a la masiva migración venezolana). Entonces solo queda la esperanza que estos planes de infraestructura y competitividad tengan la continuidad necesaria en los próximos gobiernos y así no seguir repitiendo la misma canción: ¿Y el desarrollo pa cuándo?

[1] https://www.mesadeconcertacion.org.pe/sites/default/files/archivos/2015/documentos/11/mp_plan_nacional_de_diversificacion_productiva_2014.pdf

[2] https://rpp.pe/economia/economia/bruno-giuffra-la-diversificacion-productiva-la-hacen-los-empresarios-noticia-985651

[3] Expresión francesa típica del fundamentalismo neoliberal para evitar cualquier tipo de intervención gubernamental en la economía y que significa: dejar hacer, dejar pasar.

[4] https://elcomercio.pe/economia/peru/produce-diversificacion-productiva-desafios-asumira-cordova-noticia-510017