Brasil y Argentina empiezan el 2020 en caminos opuestos… ¿y Perú?

30/12/2019

Por Jesús Vidalón

Argentina y Brasil empiezan a jugar la versión más relevante del clásico sudamericano. Han tomado rumbos opuestos, en lo económico y lo político, y el partido recién empieza.  Argentina apuesta por la atención a la emergencia social y la reactivación de la economía a través de la expansión del gasto público y los ingresos de las clases populares.  Brasil apuesta en cambio por la disciplina fiscal, pero muestra cierta vulnerabilidad desde el punto de vista político.   ¿El Perú… está en la tribuna?

Argentina

Tal vez el fracaso de Macri no le dejaba opción, pero Fernández pudo tener un mensaje más responsable, moderarse y también manejar un poco mejor las expectativas.  Acaba de lanzar la tarjeta alimentaria.  Esta permite disponer a cada beneficiario de una asignación equivalente a 60 o 100 dólares al mes dependiendo del número de hijos y aplica a desocupados, trabajadores del servicio doméstico, trabajadores informales, personas inscritas en los programas de trabajo y otros.  Se emitirán 2 millones de tarjetas que se calcula beneficiarán a 4 millones de personas y representarán un presupuesto anual de 1,000 millones de dólares.

También aprobó la asignación de bonos en enero y diciembre para los jubilados equivalentes a 60 dólares, los que se pagarán por única vez y aplican a 4.5 millones de jubilados y pensionados con ingresos bajos.

Los problemas son el financiamiento, las expectativas y la sostenibilidad de las medidas.  Por el lado del financiamiento la opción es gestionar una renegociación de tasas y plazos de la deuda externa, que ya está en default virtual y supera el 100% del PBI, buscando «honrar las deudas, pero a partir del desarrollo de la Argentina»…

Por el lado de las expectativas, el problema es la clase media.  Hace un par de días, al anunciarse un pacto social entre el Gobierno, los empresarios (representados únicamente lo que sería nuestra SNI), los gremios laborales y representantes de la sociedad civil, para apoyar las medidas de emergencia, la conferencia de prensa fue reveladora.  Todas las preguntas de los periodistas se refirieron al aumento de salarios públicos y privados “por decreto” que el país y los propios periodistas esperan.

Estos incrementos terminarán por darse, y pareciera que la relativa expansión del mercado interno por el gasto público y la recuperación de los ingresos populares, que en términos absolutos no tendrá un gran impacto, serán insuficientes para reactivar la economía.  Y los gastos insostenibles agravarán la crisis.  Argentina se quedará sin piernas en el primer tiempo… con graves consecuencias.

Brasil

Brasil puso en marcha en octubre la reforma estructural del sistema de pensiones. El sistema no tenía límite inferior de edad y sí muchos privilegios.  Con seguridad era el más caro, desigual e ineficiente de la región.  Esta reforma le permitirá a la economía brasileña ahorrarse en total 270,000 millones de dólares en los próximos 10 años.

Una segunda medida es la reducción de los gastos en planilla de los empleados públicos, a través de:  i) un congelamiento de los salarios, que en la última década habían tenido incrementos en promedio que superaban en más de 50% la inflación; y, ii) el no reemplazo de las plazas de los empleados que se jubilan o renuncian a sus cargos.

Las medidas anteriores, la reducción de las tasas de interés y un previsible incremento de las inversiones hacen prever una reactivación, lenta pero segura, de la economía brasileña en el corto plazo.  De hecho, es uno de los pocos países de la región que ha revisado hacia arriba sus proyecciones de crecimiento en el 2020, las que están ahora en 2.2%.

Los problemas potenciales del Brasil son de carácter político.  Y no necesariamente por el congelamiento de salarios o por el establecimiento de una edad mínima para la jubilación. Estas son medidas racionales y la mayoría de la población, incluso la perjudicada, podría entenderlas.  El problema es que Bolsonaro polariza innecesariamente y muestra muy poca sensibilidad hacia temas de derechos y temas ambientales.  Con Lula libre, hay mayor riesgo de protestas, pero no muy alto.  Si Bolsonaro controlara su ímpetu ultraconservador podría ganar fácilmente el partido.  Sin embargo, lo más probable es que haga un autogol.

Perú

El Perú está a pocos minutos de terminar un partido importante y empata 0 a 0.  Un gol hace la diferencia.  ¿Por qué por ejemplo no promover explicita y decididamente la inversión pública, privada y público-privada transparente, ágil y eficiente?  El partido está servido para un shock de inversiones.  Un primer gol sería desburocratizar las APP…. Algunas ideas en un próximo artículo.