La Alerta de la Seguridad Alimentaria
17/08/2024
En el 2020 la situación de la pandemia de COVID- 19 inicio la alerta de la inseguridad alimentaria en nuestro país, lo cual se ha hecho más significativo en los últimos años por la situación económica y situaciones asociadas al cambio climático, llegando a la preocupante situación de ser el país sudamericano con mayor inseguridad alimentaria afectando al 51.7% de la población (según FAO).
Para abordar este problema publico debemos partir de lo indicado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 donde se estableció que la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. Para ello se debe considerar sus cuatro dimensiones primordiales:
La disponibilidad, el acceso, consumo y la utilización de los alimentos. En esa perspectiva, de una rápida revisión bibliográfica, es importante considerar que para mejorar la situación de alerta que tenemos, hay que trabajar multidimensionalmente y multisectorialmente desde el Estado con los diferentes actores de la sociedad para que exista por un lado “oferta” considerando el nivel de producción de alimentos, los niveles de las existencias y el comercio neto; el desarrrollo de políticas con mayor enfoque en materia de ingresos, gastos, mercados y precios para alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria; aumentar la cultura de aprovechamiento de los diversos nutrientes presentes en los alimentos con buenas prácticas de salud y alimentación, la correcta preparación de los alimentos, la diversidad de la dieta y la buena distribución de los alimentos dentro de los hogares, en procura de obtener la condición nutricional adecuada de los individuos; y finalmente se debe trabajar en asegurar el control ante las condiciones riesgo para la condición nutricional, debiendo considerar aspectos asociados a situaciones adversas como los fenómenos climáticos (por ejemplo fenómeno del niño o las heladas y friajes), la inestabilidad política (como los conflictos sociales) o la inestabilidad de factores económicos (el desempleo, los aumentos de los precios de los alimentos).
Luchar contra la inseguridad alimentaria nos permite hacer frente a la situación de hambre que puede sufrir nuestra población; en procura de reducir su vulnerabilidad y los efectos negativos en su desarrollo.