¿Qué hacer con el deporte en el Perú?

19/08/2019

Por Saúl Barrera

Lo habitual en el Estado, y en la clase política, ha sido desconocer la importancia de la actividad física y deportiva para la sociedad peruana y para el propio desarrollo y crecimiento del país. Ha existido una miopía histórica respecto a las virtudes que las actividades físicas y deportivas pueden brindar en materia de salud, seguridad, cultura, entre otros sectores. Esto en contraposición a una concepción moderna que ve al deporte, incluso, como una herramienta para lograr el desarrollo de los países.

Esta situación trató de ser revertida con la aprobación de la Política Deportiva Nacional, PDN, aprobada en abril de 2017 mediante el Decreto Supremo Nº 003-2017-MINEDU, publicado el 12 de mayo de 2017.

Lamentablemente, la PDN no llegó a ser ejecutada y rápidamente quedó desfasada con la aprobación de las nuevas disposiciones de CEPLAN, relacionadas a la aprobación de políticas nacionales. Ahora, requiere ser actualizada. Ya el MINEDU, a través de la RM 357-2019-MINEDU dispuso su inmediata actualización, estableciendo como plazo febrero de 2020.

Mientras, seguimos observando aún un trabajo desarticulado entre los actores del Sistema Deportivo Nacional. Al Instituto Peruano del Deporte le cuesta asumir la rectoría en el sistema deportivo: No cuenta con las herramientas necesarias, pues a pesar que la Ley de Promoción y Desarrollo del Deporte Ley Nº 28036, lo reconoce como ente rector del Sistema Deportivo Nacional, la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, Ley N° 29158, dispone que son los ministerios los que “(…) diseñan, establecen, ejecutan y supervisan políticas nacionales, asumiendo la rectoría respecto de ellas.”

Quizás ya sea hora de pensar en un Ministerio del Deporte, como una institución altamente técnica y profesional, dejando de lado al IPD, que ha mostrado ser un modelo agotado (Una primera acción del nuevo ministerio debiera ser el transferir los IPD regionales a favor de los gobiernos regionales, como una medida de descentralización en el ámbito deportivo).

Ahora, en el MINEDU por ahora solo existe una Dirección de Deporte Escolar, pero no cuenta con órganos especializados que abarquen todo el espectro relacionado con las actividades físicas deportivas, desde la recreación hasta la alta competencia.

Y, justamente, hablar de deporte es hablar de dos grandes procesos: la alta competencia y la masificación deportiva. Ambos se relacionan, pero no son lo mismo. La alta competencia comprende a un universo muy reducido de la población: los deportistas de élite. En cambio, la masificación deportiva comprende a toda la población, genera ofertas de servicios a todos los grupos y segmentos poblacionales, de toda edad y condición. Una masificación deportiva exitosa permitirá potenciar la alta competencia, y viceversa, una alta competencia deportiva exitosa retroalimenta favorablemente a una masificación deportiva.

«El Estado debe apuntar, principalmente, a la masificación deportiva, pues el universo de beneficiarios es mucho mayor».

Debido a la coyuntura de los JJPP de Lima 2019, el Estado ha incrementado fuertemente su apoyo a la alta competencia deportiva, básicamente en lo que se refiere a la infraestructura deportiva y al apoyo económico que brinda directamente, a través de subvenciones económicas, a las federaciones deportivas, las cuales se han visto incrementadas de manera sostenida en los últimos siete años, desde que Perú ganó la sede del evento.

Sin embargo, como hemos visto, el deporte no se reduce a la alta competencia. El Estado debe apuntar, principalmente, a la masificación deportiva, pues el universo de beneficiarios es mucho mayor. En este caso, los principales responsables son los gobiernos regionales y locales, los cuales además no están ejecutando pocos recursos. En efecto, los gobiernos locales ejecutaron entre los años 2015 a 2018, S/. 1,744,396,946; y, los gobiernos regionales, S/. 210,960,768. Es decir, ambos niveles de gobierno han ejecutado cerca de 2 mil millones de soles para financiar actividades físicas deportivas[1]. El problema es que dicha ejecución se está dando de manera desorientada y carente de una visión sistémica y sin acompañamiento técnico. Con esa cantidad de dinero, bien ejecutado y debidamente orientado, se hubiera impulsado ya en nuestro país un proceso serio de masificación deportiva. No es un tema de recursos, es un tema de orientación y visión estratégica adecuada.

Urge entonces:

  • Actualizar la Política Deportiva Nacional
  • Transformar al IPD en un Ministerio del Deporte, fortaleciendo su rectoría, siguiendo el ejemplo de Colombia, Chile y otros países.
  • Orientar el gasto que se viene efectuando a través de los gobiernos locales y regionales.

Descentralizar el deporte, hacer que los gobiernos regionales asuman un papel más protagónico. Los IPD regionales deben ser transferidos.

[1] Fuente: Transparencia Económica del MEF. Ejecución del Programa Presupuestal 101: Incremento de la práctica de actividades físicas, deportivas y recreativas en la población peruana.