El peso de la historia
12/08/2019
Normalmente tengo la oportunidad de desayunar con mi hijo antes de que vaya al colegio, y en una de sus interminables consultas de niño curioso me preguntó: “¿Papá es bueno este gobierno?”.
Quise responder de inmediato, pero una duda me dejó con el pensamiento en la mente ¿Qué determina que un Gobierno sea bueno o por el contrario no lo sea?, ¿Qué indicadores debemos tomar en cuenta para lograr una percepción clara libre de sentimientos políticos y preferencias subjetivas?, ¿Cómo juzga la historia los esfuerzos de los gobernantes del pasado?
Reflexionando más detenidamente, algunas de las ideas que podrían guiar este corto análisis sonlas siguientes:
(i) los gobiernos o administraciones son tan buenos como sus logros, no como sus intenciones,
(ii) los gobiernos o administraciones son tan malos como sus fracasos,
no como sus disculpas y; por último
(iii) la percepción de la coyuntura podría ser diferente al juicio de análisis histórico.
Mi sesgo de economista me hace pensar que las variables macroeconómicas son un elemento importante de comparación, pero después de varios años trabajando en el sector privado y en el sector público, me he dado cuenta que las cifras tomadas a la ligera solo permiten “enmascarar” gran parte de la realidad. Sin perjuicio de lo mencionado en la línea anterior, por un punto debemos iniciar, y al empezar a analizar la proyección de crecimiento económico, nos topamos con una línea claramente de sentido descendente, en donde a finales del año 2018, el BCRP y el MEF proyectaban para el año 2019 un crecimiento económico de 4.1% (Andina 11/01/2019) y 3.9% ‐ 4.00% (América Económica 201/12/2018) respectivamente. A mediados del año se “sinceraron” las cifras y en el Mensaje a la Nación por ocasión de fiestas patrias, aparte de la medidas políticas que sorprendieron mas a unos que a otros, se nos informó que la proyección del crecimiento económico para el año 2019 llegaría a 3.5% (El Comercio 29/07/2019), y el BCRP también moderaba sus expectativas hasta un 3.4% (ibíd. misma fecha). El Instituto de Estudios Económicos acaba de publicar su estimación para el año 2019 y nos “ubica en nuestra realidad”, la cual a partir de sus estimaciones, el Perú no crecería más allá del 2.5% (El Comercio 05/08/2019), y si bien parecería “extremadamente pesimista” esta percepción; la Agencia Moody´s está pensando recortar su proyección de crecimiento económico para el Perú a un rango entre 3.3% y 3.5% (RPP 08/07/2019). Estimado lector póngase en la siguiente situación, usted abre una cuenta de ahorros en donde le dicen que al final del periodo recibirá 4.00% de intereses pero a medida que va avanzando el año le van bajando la expectativa a 3.5% y ahora a solo 3.00% o menos. Salvando las grandes diferencias entre una situación y otra, le pregunto ¿cómo juzga usted la calidad del producto?
«Lo que se debe analizar al final son las tendencias (para este caso señalada con la línea roja) y es bastante claro que el futuro no es promisorio si es que continuamos con la mismo accionar».
Sin embargo, debemos dejar en claro que esta no es la peor situación económica desde el año 2000, teniendo en cuenta que el año 2001 crecimos en 0.62%, cambiamos para mejor y desde el año 2002 hasta el año 2008 tuvimos tasas de crecimiento mayores al 4 % (la más baja de 4.16% en el año 2003 y la más alta de 9.14% en el año 2008), sufrimos un terrible revés en el año 2009 cuando solo crecimos cerca al 1% (1.05%), y a partir de ahí, desde el año 2010 donde nuestro crecimiento fue 8.45% venimos cayendo a cifras menores al 2.5% (el año 2017 crecimos 2.47%).
Es claro que las cifras nos permiten decir que la actual situación económica no es la peor que hemos vivido en los último 20 años, pero al igual que las encuestas de opinión, lo que se debe analizar al final son las tendencias (para este caso señalada con la línea roja) y es bastante claro que el futuro no es promisorio si es que continuamos con la mismo accionar.
Por ello, cuando reflexiono acerca de la pregunta original, debo opinar que la actual administración no nos ha llevado a la peor situación económica a la cual nos hayamos enfrentado en este país, pero si continuamos por el mismo camino, estamos muy cerca de convertirla en una de las situaciones más preocupantes que nos haya tocado vivir en los últimos años en lo que respecta al tema económico.
Darnos cuenta que las cosas no están bien – especialmente en el panorama económico ‐ y que necesitamos realizar cambios importantes, es el necesario primer paso de un largo camino de esfuerzos continuos para volver a la senda del crecimiento, que en algún momento caracterizaron al “Milagro Peruano” (Carlos Ganoza /El Comercio 30/07/2019).