Plan Nacional de Infraestructura: ¿qué podemos y qué no podemos esperar de él?

06/08/2019

Por Jesús Vidalón

Esperábamos del último discurso presidencial sentido de urgencia y medidas concretas para acelerar en el corto plazo proyectos de inversión que contribuyan a la productividad y el desarrollo y contribuyan a la reactivación de la economía.  El Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad- PNIC  no los tiene… y tal vez no deba tenerlos.  Si logra instalar una visión de largo plazo para la infraestructura nacional y logra extenderla a las regiones y principales ciudades habremos dado un paso adelante.

Un breve análisis de aspectos positivos y retos del PNIC se muestra a continuación:

Aspectos positivos

  • Consolidar el PNIC puede aumentar la eficiencia en la ruta que tenemos que seguir para alcanzar la calidad de infraestructura que corresponde al “Perú Potencial” y la muy larga ruta que tenemos que seguir para tener una infraestructura comparable, en lo pertinente, a la de los países de la OCDE. Los muy altos costos que implica la expansión de la infraestructura demandan esa eficiencia.
  • El rigor metodológico con el que se ha estimado la brecha de infraestructura y se ha establecido los criterios y el procedimiento para llegar a una cartera priorizada de proyectos, dan cierta garantía de que los elegidos -dentro de los proyectos identificados por los sectores- son los que efectivamente aseguran una mayor contribución a la productividad y competitividad y también generan impacto social.
  • Aumentar la predictibilidad al menos para los proyectos de mayor inversión puede incentivar el interés de inversionistas y desincentivar iniciativas no motivadas necesariamente por el impacto en el desarrollo y el interés público.
  • Introducir de manera formal nuevos esquemas de gestión a la inversión pública como el enfoque de gerencia de proyectos (a través de las PMO), o instrumentos como el modelamiento virtual para la gestión de proyectos (BIM), puede dar una necesaria nueva perspectiva, con mayor efectividad y transparencia, a las inversiones públicas.
  • La introducción de la perspectiva territorial es importante, aunque por el momento básicamente hay una agregación de proyectos ya previstos en cada ámbito territorial y un análisis de la lógica que los podría conectar.

«Esperábamos del último discurso presidencial sentido de urgencia y medidas concretas para acelerar en el corto plazo proyectos de inversión que contribuyan a la productividad y el desarrollo y contribuyan a la reactivación de la economía».

Retos

No obstante los aspectos positivos señalados y el buen resultado que representa el PNIC en su primera versión, se identifican algunos retos respecto del éste y en general respecto de la infraestructura en el país:

  • El impacto inmediato de la primera versión del PNIC en el planeamiento de la infraestructura nacional será limitado dado que:
    • La mayoría de los proyectos ya están en ejecución o en estructuración o estaban a punto de salir.
    • Los sectores y regiones continuarán priorizando su proyectos.
  • Hay varios proyectos, dentro de los priorizados que están mucho tiempo en preparación: Obras de Cabecera, Longitudinal de la Sierra 4, entre otros, y no hay claridad de cuando se relanzan, lo que se complica aún más con el escenario político actual.
  • Continúan las dificultades con las licencias y trámites a todo nivel, y aunque se plantea la implementación de mecanismos como los Contratos PNIC esto tomará un tiempo.  ¿Habrá alguna iniciativa de simplificación de procedimientos al menos para los proyectos priorizados?
  • Se requiere cuanto antes una visión al menos indicativa que gobierne y oriente el desarrollo de la infraestructura a todo nivel. Algunos retos:
    • La infraestructura urbana. La productividad y competitividad dependen también de las principales ciudades en las que viven 14 millones de personas.  Necesitamos plantear soluciones efectivas para las ciudades, más allá de Lima.
    • Planes Maestros de alto nivel técnico para infraestructura de agua. No necesariamente los megaproyectos, sino los que estén adaptados a la demanda.
    • ¿Como desarrollamos proyectos en paquete de salud, educación, agua y saneamiento? Se reconoce la necesidad de un plan de infraestructura social pero aún no hay nada concreto para empezar a impulsar los proyectos. Y las grandes brechas lo reclaman.

En resumen el PNC representa un buen paso pero hay bastante camino aún por recorrer.  Esta etapa de transición puede servir para consolidar los planes e instrumentos pero sin perder el sentido de urgencia para las cosas que aún puedan salir.  Hay incertidumbre, pero el servicio civil y la dirección pública profesional no deben parar.